Por primera vez en un hospital público, una persona que vivió 50 años con el cuerpo de una mujer, logró iniciar el proceso médico de adaptación de su sexualidad a la de un hombre. Un fallo de la Justicia marplatense autorizó la modificación de la identidad con la entrega de un DNI masculino y luego ordenó al Estado provincial hacerse cargo de las operaciones necesarias para el cambio físico y estético.
En una cirugía de más de tres horas, un equipo de especialistas del Hospital "Ricardo Gutiérrez" de La Plata extrajo las mamas del paciente y le adaptó los genitales con la construcción de un colgajo de piel para la posterior implantación de una prótesis peneana. Los médicos también reconstruyeron las bolsas escrotales y colocaron testículos de siliconas en cavidades formadas con los labios mayores de la vagina.
La transformación no es inédita en la Argentina. En abril de este año, "Gaby" obtuvo una autorización judicial y estuvo en el quirófano para una intervención de idénticas características. Pero esa experiencia quirúrgica fue en una clínica privada y con los costos a su cargo. Las dos intervenciones fueron dirigidas por el urólogo platense César Fidalgo, quien desde hace más de una década se especializa en casos de readaptación de sexo.
Para llegar a esta instancia, la segunda mujer que pudo adecuar su sexualidad recorrió un largo camino jurídico y administrativo. El juez en lo Correccional Nº 3 de Mar del Plata, Juan Manuel Fernández Daguerre, recibió el pedido en 2004. Fernández Daguerre es el mismo juez que intervino en el proceso judicial que derivó en la operación de "Gaby".
Luego de ordenar estudios psicológicos, ambientales y físicos, en abril del año pasado Fernández Daguerre habilitó el cambio de sexo. Para el juez, se demostró que la mujer vivía "en un cuerpo equivocado" y que estaba psíquicamente preparada para desempeñarse como hombre. En su dictamen señaló que "por la situación socioeconómica del demandante, el Estado provincial deberá garantizar los recursos para la operación".
Esta etapa del trámite no fue sencilla. Según dijeron a Clarín fuentes sanitarias, en abril de 2005 la familia presentó los requisitos para lograr la internación de la mujer. Un año después, llegó la habilitación oficial y entonces comenzaron los estudios y los tratamientos prequirúrgicos.
La paciente fue a tratamientos hormonales que prepararon su físico para la operación. Hace 4 días ingresó al quirófano. Permaneció 48 horas en terapia intensiva y ahora fue alojada en una sala común.
Según informaron en el hospital, deberá esperar un año para recuperarse y entonces será el turno de la última etapa quirúrgica para la implantación de la prótesis peneana de silicona. En la primera etapa, el equipo médico trabajó además en adecuar la uretra (órgano encargado de eliminar la orina al exterior del cuerpo) a las dimensiones de las de un hombre. Ocurre que en la mujer es un conducto más corto y en este caso necesita una extensión para poder terminar la adaptación.
Fidalgo trabajó con dos cirujanos plásticos, uno general, tres urólogos y un anestesiólogo. De acuerdo con estimaciones oficiales, la cirugía tiene un costo total aproximado de 50 mil pesos
El caso de "Gaby", la pionera
Mientras espera la última etapa de la compleja operación que la convirtió en hombre, Silvia Cristina Pérez Naya, de 45 años, espera su nuevo DNI, con el que será Sergio Gabriel. Para su familia y sus compañeros de trabajo (es agente de tránsito en Mar del Plata), siempre fue "Gaby". Es, en el país, la primera mujer que cambió de sexo.
La operó en abril de este año el equipo del urólogo César Fidalgo. A pesar de que la autorización del juez Manuel Fernández Daguerre disponía que la intervención se practicara en un hospital público, "Gaby" optó por hacerlo en una clínica privada, también de La Plata. En su caso la operación tuvo un costo de 9 mil dólares.
"Cambió todo", dijo a Clarín cuatro meses después de la operación. "La transformación me hizo sentir lo que soy: un hombre". En su nueva condición, "Gaby" tiene planes: el año que viene se casa con Adriana, la mujer con la vive hace un año. Y también quiere ser papá.