Contra el sedentarismo

Recomiendan dar 10 mil pasos por día para estar saludable

Recientes estudios sostienen que el cuerpo humano está diseñado para estar activo. Y aseguran que quienes sólo llegan a los cinco mil pasos diarios son más propensos a padecer sobrepeso y diabetes.

Como diría el entrenador Reinaldo Mostaza Merlo, a la salud también se la mantiene paso a paso. Y algunos, especialmente en los Estados Unidos, se tomaron la recomendación bien a pecho. La moda de los "cuenta pasos", unos aparatos diminutos que se cuelgan en la cintura o se sujetan alrededor del brazo, invade a varias ciudades de ese país, donde la mayoría se consigue por unos pocos dólares. Es más, muchas empresas suelen regalarlos como souvenires en campañas de promoción de productos relacionados con la salud. Con ellos se puede saber, al final del día, cuántos pasos se dieron mientras se realizaban diversas tareas. El fenómeno creció a partir de la certeza de que el cuerpo humano está diseñado para estar activo, aunque el hombre moderno es más sedentario que sus predecesores y por eso sufre más los riesgos de padecer enfermedades relacionadas con esa nueva condición. Surgieron varios estudios sobre cuánto influye la actividad física en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en no padecer sobrepeso u obesidad, disparadores de otras dolencias, como la diabetes. La cifra que se maneja como indicador de salud es la de 10 mil pasos. Según un estudio publicado en la revista International Journal of Obesity, las personas que caminan de 9 a 10 mil pasos por día tienen más posibilidades de tener un peso saludable y disfrutar de una sensación de bienestar físico y mental. Y las que dan menos de 5 mil están más expuestas a obesidad y diabetes.

¿Cómo llegaron a esa conclusión? Primero, el cuenta pasos se calibró para determinar la distancia de cada paso dado por la persona y anotando su peso en kilogramos. Así, estudiando durante 8 semanas a 750 hombres y mujeres, establecieron que los más sedentarios dan apenas unos 2.800 pasos, y que eso se relaciona con falta de energía.

Los investigadores que participaron en el estudio ofrecieron algunas soluciones:

En una misma oficina, los empleados se acostumbran a pasarse información vía e-mail. Evítelo. Levántese y vaya personalmente a decirle algo a un colega.

Incorpore una pequeña caminata durante la hora del almuerzo o después de la cena.

Intente hacer ejercicio físico programado: en una sala de aparatos, puede optar por la cinta o por los escaladores. Ese tipo de actividad mejora la flexibilidad, controla la presión alta, reduce el estrés y combate la depresión.

En Los Angeles, ciudad bastante preocupada por sus índices de ciudadanos con sobrepeso y obesidad, idearon un sistema basado en sugerencias de la American Heart Association. Se llama Metro Fit y consiste en moverse en subte (pero yendo siempre por las escaleras, paso a paso) y con bicicletas. Organizan jornadas en las que pueden ir de una estación a otra combinando subte con caminatas y pedaleo. Así, ayudan a que los usuarios lleguen a destino y combatan el sedentarismo. Con ese programa tienen todo medido. Saben, por ejemplo, que las escaleras de ingreso y egreso a las estaciones demandan entre 60 y 200 pasos, y que el trayecto Wilshire/Vermont, de la línea roja, tiene el número máximo de 324 escalones.

Otro dato: tienen estudiado además cuántos pasos se darían entre una estación y otra si en vez de tomar el subte se optara por caminar. Y no se quedan atrás los organizadores de paseos turísticos.

Algunos promocionan sus recorridos con el detalle de horario y precio de las excursiones, pero también ¡con la cantidad de pasos que se dan en cada sitio histórico! La moda recuerda mucho a las personas que viven obsesionadas con el conteo de calorías. Aquellas que no prueban un canapé sin contar cuantas calorías exactas tiene.

Más allá de las curiosidades de esta nueva tendencia, lo importante es rescatar que hay pruebas que demuestran que para estar bien, esos 10 mil pasos (o acercarse lo máximo posible a ellos) ayudan a estar bien. Y que así, ciertas enfermedades tienen los pasos contados.


Para los más chicos, una hora diaria

"Las recomendaciones más recientes indican que en el caso de los chicos y adolescentes, la necesidad de hacer actividad física es de una hora diaria. Lo que no necesariamente implica deportes sino movimiento en general. Es decir, encontrar oportunidades para estar activo en casa o en la escuela", aseguró Sergio Britos, director asociado del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI).

En el caso de los chicos, la polémica de televisión sí o no está arraigada desde hace más tiempo. Porque no sólo se relaciona a la tevé con la disminución de la actividad física sino con otras cuestiones, como la aparición de problemas de conducta por sobreexposición a imágenes violentas.

"La Organización Mundial de la Salud, como parte de su estrategia de Dieta, Actividad Física y Salud y diversas guías alimentarias recomiendan que los chicos y los adolescentes realicen una actividad física de entre 30 y 60 minutos, preferentemente todos los días", explicó Britos.

Sugerencias
Sergio Danishewsky
sdanishewsky@clarin.com

Es probable que una andanada de recomendaciones cargadas de fatalismo no alcance: serán miles los lectores que inviten a los científicos a ocuparse de sus cosas o, en el mejor de los casos, admitan como valioso el consejo pero lamenten la falta de tiempo y el exceso de obligaciones. Tal vez, un poco más efectivo que enumerar enfermedades y predecir destinos indeseables resulte deslizar una propuesta menos ambiciosa: levantarse temprano un domingo de éstos, acaso el próximo, calzarse un par de zapatillas y caminar hasta la plaza más próxima a casa. En una de esas se produce el milagro de un picado inesperado y asoma el futbolista frustrado que todos llevamos dentro. Y si no, será bueno mirar un rato y apurar el paso en el regreso. No serán diez mil, pero bien puede ser el primero hacia otro tipo de existencia.

EN EE.UU. EMPLEAN 19 HORAS SEMANALES FRENTE A PANTALLAS
La actividad física tiene un enemigo cada vez más peligroso: la TV

En Harvard dicen que por cada hora de televisión se dejan de dar 144 pasos.

Según indican relevamientos del Instituto del Cáncer Dana Farber, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, los jóvenes y adultos utilizan un promedio de 19 horas semana les frente a pantallas de televisores y computadoras. Tiempo que se le resta a cualquier ejercicio físico programado o que podría realizarse a través de tareas cotidianas.

"El cuerpo humano está genéticamente preparado para movilizarse y luchar por el sustento, tal como lo hacían nuestros antepasados nómades de la Prehistoria —comentó Roberto Peidró, cardiólogo y especialista en medicina del deporte, de la Fundación Favaloro—; por eso no está bien que la relación entre el tiempo que se dedica a actividades sedentarias y al movimiento sea tan poco equilibrada".

El estudio de la Universidad de Harvard, publicado en la edición digital de la revista American Journal of Public Health, indagó en los hábitos de 486 casas de familia en Boston, Estados Unidos. A sus integrantes se les colocaron aparatitos que sirven para medir la cantidad de pasos que se dan. Así concluyeron que cada hora de televisión equivale a 144 pasos menos.

Además, extrapolando datos, concluyeron que aquellos que veían TV durante una media de 3,6 horas por día, tenían un 47% menos de probabilidades de llegar a esos 10 mil pasos respecto de quienes no la veían nunca.

"Este relevamiento se suma a otros estudios interesantes. Es curioso que una de las excusas más importantes que se señalan para no hacer actividad física sea la falta de tiempo. Sin embargo, si se toma a un ciudadano común con 19 horas semanales en promedio frente a la pantalla, se puede hacer una sencilla cuenta y concluir en que si se le restara a esa ocupación unas 3 horas y media semanales se podría cumplir con los 30 minutos diarios recomendados", comentó Peidró.

Nadie dice que la televisión o las PC son nefastas para la salud. Sólo que, casi siempre, el tiempo que las familias reparten entre quedarse frente a ellas y hacer ejercicios físicos no es el ideal.

"Si bien la tecnología colabora con una mejor calidad de vida, es necesario compatibilizar los adelantos técnicos con movimiento del cuerpo y programación de actividades físicas que permitan un buen funcionamiento del organismo", puntualizó Peidró.

El beneficio de la caminata

Para el doctor Daniel López Rosetti, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés, la tendencia a medir la cantidad de pasos es positiva. "Es una forma de tutelaje externo para cuantificar el consumo de energía y estimular a las personas a que caminen, considerando que la caminata es un ejercicio aeróbico beneficioso, no sólo dese el punto de vista de la salud cardiovascular, sino también sobre el estado de ánimo y la disminución de la ansiedad. Y en la medida en que se disfrute es recreativo".

Como no todo el mundo tiene el aparatito, señala que se deben caminar 40 cuadras por día a paso rápido, pero no tanto como para que el paso dificulte el habla. Elongando antes y después de caminar.