Se amplían las posibilidades de tratamiento efectivo.

Aprueban un fármaco que combate los parásitos y el rotavirus

Un recurso de valor para erradicar enfermedades prevalentes.

La nitazoxanida tiene el visto bueno en Estados Unidos y otros países, pero acaba de llegar a la Argentina. La droga es eficaz para disminuir la diarrea infantil, que surge con la infección del rotavirus. También combate otras bacterias
 
Ya está disponible en nuestro país la "nitazoxanida", una innovadora droga antiparasitaria para el tratamiento de las parasitosis en niños y adultos. Asimismo, la droga es de especial utilidad para combatir el rotavirus, ese germen que ataca preferentemente a niños.

Además, un estudio clínico publicado recientemente en la prestigiosa revista médica The Lancet demostró que la nitazoxanida (Nixoran®, de Roemmers) también es eficaz contra un tipo de virus muy contagioso y peligroso: el rotavirus.

En efecto, logró disminuir las horas de duración de la diarrea grave por rotavirus de 75 horas promedio en el grupo control a 31 horas promedio en el grupo tratado.

El estudio, dirigido por Jean-Francois Rossignol, del Instituto Romark para Investigación Medica de Florida, EE.UU., fue a doble ciego, randomizado y controlado por placebo e incluyó a 50 chicos que sufrían diarrea grave por rotavirus.
 
A un grupo de los pacientes se le administró nitazoxanida dos veces al día durante tres días, mientras que el otro recibió un placebo.

El grupo que tomó la droga tuvo una mejoría de los síntomas en menos de la mitad de tiempo que el grupo control. No se reportaron eventos adversos significativos. No obstante, dada la muestra reducida de pacientes, los científicos recomendaron una mayor investigación sobre el tema.

“Los rotavirus son microorganismos altamente contagiosos que provocan infección intestinal, con síntomas como diarrea grave, vómitos y deshidratación. Se disemina con rapidez: el rotavirus se contagia por vía fecal y oral, aunque no se descarta su transmisión por vía aérea, según indican hallazgos de laboratorio. Puede estar en el agua, alimentos y superficies contaminadas (utensilios, muebles, picaportes, canillas y otras). La persona infectada sigue eliminando virus en la materia fecal incluso una semana después de haberse sanado. El período de incubación de la gastroenteritis por rotavirus es de unos 2 días”, manifestó Julio E. Puiggari, pediatra y jefe de Unidad 5ta. del Hospital de Niños Pedro de Elizalde.

Cada año causan la muerte de unos 500.000 niños en el mundo. El tratamiento habitual es la rehidratación oral (abundantes líquidos y sales), pero los chiquitos que no la toleran, debido a los vómitos, deben ser internados para administrarles suero intravenoso. Se estima que uno de cada 40 chicos requiere hospitalización.

En nuestro país el rotavirus es la principal causa de diarrea: es responsable de 20.000 internaciones y 120 muertes al año en chicos menores de 5 años, y hasta el momento no existían tratamientos orales efectivos.

“La disponibilidad de la nitazoxanida representa un avance para evitar el gran deterioro que padecen los chiquitos cuando sufren de esta gastroenteritis.

Además, su sencilla vía de administración (oral, en suspensión o comprimidos, con sabor a frutilla) facilita la adherencia de los chicos al tratamiento”, expresó  Puiggari.

En los últimos 30 años sólo se presentaron escasas innovaciones en el tratamiento de las infecciones intestinales parasitarias, pese a que todavía en la actualidad se encuentran entre las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.

También contra los parásitos

La nitazoxanida está indicada mayoritariamente contra las variantes de parásitos conocidos como “helmintos” y “protozoarios”.

Sin embargo, estudios microbiológicos contra bacterias aeróbicas como H. pylori, C. jejuni, E. coli y S. aureus, demostraron también que es activa in vitro contra estas bacterias, en particular cepas metronidazol-resistentes de H. Pylori.

Otros estudios in vitro mostraron que esta droga inhibe la replicación de una amplia variedad de virus, incluyendo los de la hepatitis B y C.