Jornadas internacionales

Advierten sobre la falta de atención al Chagas en el país

Existen subregistros e indiferencia médica

SALTA.- En el siglo XXI, la enfermedad de Chagas Mazza sigue fuera de las prioridades oficiales, hasta el punto de que no hay datos fehacientes sobre su incidencia, aunque la comunidad profesional que atiende la patología habla de entre dos y tres millones de infectados en el país, y de entre 5000 y 6000 muertes por cardiopatías chagásicas por año.

Lo advirtieron expertos reunidos la semana pasada en las Jornadas Internacionales sobre Atención de la Enfermedad de Chagas, organizadas en esta ciudad por el Servicio de Cardiología del Hospital San Bernardo, de Salta, la Sociedad Argentina de Cardiología, la Fundación Cardiológica Argentina, el Consejo de Enfermedad de Chagas Doctor Salvador Mazza y la Confederación Médica de la República Argentina.

Asimismo, los especialistas destacaron que una ley nacional obliga a denunciar los casos crónicos y asegura a las embarazadas un examen para detectar el parásito Trypanosoma cruzi , pero su cumplimiento es relativo. Y a la indiferencia estatal se suma la ignorancia: el mal está en Buenos Aires y Santa Fe, como en las zonas rurales de Chaco y Jujuy, pero los médicos no suelen tomarlo en cuenta.

"Es una enfermedad de la pobreza y de la falta de educación. Y esto, hoy, es una vergüenza", dijo el doctor Miguel Angel Sinagra, de la provincia de Buenos Aires, quien indicó que en Adrogué el 50% de los enfermos son desocupados y el 30%, analfabetos.

Por su parte, una estudiante riojana de quinto año de la carrera de medicina afirmó: "Nos forman para que al enfermo chagásico crónico con serología positiva lo mandemos a su casa". Por su parte, el presidente del comité científico de las jornadas, doctor Jorge Mitelman, señaló que se está trabajando en la concientización de los cardiólogos para detectar el Chagas.

Cifras federales

El doctor Hugo Mugica, de Añatuya, planteó dudas sobre los registros oficiales de la enfermedad en Santiago del Estero por distorsiones de las estadísticas sanitarias. Por su parte, Fernando Grunblatt, encargado de logística de los Cascos Blancos, recordó una misión a la provincia con voluntarios, sobre lo que luego decayó el interés gubernamental. Lo opuesto, señaló Grunblatt, ocurrió en La Rioja, donde se creó el grupo Casquitos Blancos.

Corrientes tampoco cuenta con información confiable ya que el 45% de su territorio y el 35% de su población (350.000 habitantes) están en riesgo porque la vinchuca es casi una mascota, por su permanente presencia.

La provincia de Santa Fe cuenta con 230.000 enfermos, en especial en el Noroeste. Sin embargo, en Rosario viven 5000 tobas (segunda generación) reacios a aceptar medicinas, según indicó el doctor Juan Beluscar.

En Mendoza, los datos del Banco de Sangre con 31.689 donantes indican que 1809 (el 6%) presentaron síntomas de Chagas.

La doctora Luisa Giménez dijo sobre la ciudad de Buenos Aires que desde la formación en 1992 de la Red de Chagas, con 32 hospitales municipales, se registraron 5121 pacientes. "Pero se trata de cifras parciales, subregistros, porque no siempre se pide el análisis de Chagas", explicó. Si bien no hay vinchucas, existe la migración de provincias o países vecinos, y la transmisión congénita de la madre al niño.

Prevenir, educar y curar

En cuanto al porvenir de América latina, las conclusiones de las jornadas instan a los organismos nacionales e internacionales a controlar la transmisión vectorial, los bancos de sangre y los nacimientos de madres chagásicas, así como también a incorporar a la atención médica a los portadores.

Para la Argentina, se señalan grandes diferencias epidemiológicas y asistenciales entre las provincias; asimismo, la insuficiente articulación de políticas tendientes a la asistencia del infectado y del enfermo chagásico.

El mal de Chagas exige que se cuente con presupuestos adecuados y políticas que alienten la investigación y la educación.

Carlos Pastrana