Ni por el tamaño de sus economías ni por la cantidad de habitantes. En la universidad inglesa de Leicester acaban de encontrar una nueva forma de clasificar a los países: en base a la felicidad de su gente. El pueblo más feliz, según este novedoso ordenamiento, es el de Dinamarca. El país nórdico comparte el podio con Suiza, en segundo lugar, y Austria, tercero.
¿Y la Argentina? Aparece bastante más abajo. Exactamente en el puesto 56. Quedó adelante de varios países de la región: Chile (71), Paraguay (75), Brasil (81) y Uruguay (87).
Otros países latinoamericanos parecen ser más felices. El pueblo más satisfecho del continente es el de Costa Rica: se ubicó en el puesto 13. Después se ubicaron Venezuela (25), Colombia (34), Honduras (37) y México (51).
Para elaborar el primer "mapa mundial de la felicidad" los investigadores de la universidad de Leicester analizaron las bases de datos de la UNESCO, la Organización Mundial de la Salud, la CIA y más de cien estudios de fundaciones e instituciones privadas. Se consideraron tres variables: expectativa de vida (salud), la riqueza y educación.
También se analizaron encuestas en las que más de 80.000 personas de todo el mundo se manifestaban sobre temas relacionados con la felicidad y la satisfacción.
Adrian White, quien comandó la confección del mapa, llegó a la conclusión de que en la valoración de la propia satisfacción la salud tiene un papel mucho más importante en todo el mundo que el nivel de vida o la formación educativa.
En países con buena atención sanitaria, alto nivel de crecimiento y buen acceso al sistema educativo las personas aseguran ser más felices que en otros sitios.
Obviamente en los últimos puestos del ranking de 178 naciones, quedaron algunos de los países más pobres del planeta: Zimbabwe, Burundi, Sierra Leona y Sudán. Insatisfacción y miseria siempre van de la mano.