Paul Benkimoun
Un equipo germano británico logró hacer nacer ratones a través de la fecundación artificial de óvulos con espermatozoides producidos in vitro a partir de células madre embrionarias. Publicado en el número de julio de la revista "Developmental Cell", el trabajo de Karim Nayernia y su equipo es la primera prueba de que sería posible producir células sexuales funcionales, con eventuales aplicaciones en el tratamiento de la infertilidad.
Karim Nayernia, que trabaja desde fines de junio pasado en la Universidad de Newcastle (Reino Unido), explicó que espera poder producir "in vitro", en el futuro, "espermatozoides funcionales a partir de células madre provenientes de embriones de ratones del sexo femenino". Hasta que se experimente en humanos, la prensa británica especula con la posibilidad para el futuro de que las parejas homosexuales tengan hijos con un patrimonio genético derivado de los dos padres.
Son varios los laboratorios del mundo que estudian la transformación de células madre embrionarias en células sexuales. Un equipo franco norteamericano publicó, en "Science", un artículo en el que se relata la transformación "in vitro" de células madre embrionarias de ratones en óvulos. Esta operación se realizó tanto con células madre de embriones femeninos como masculinos.
Karim Nayernia subrayó que la originalidad de estas investigaciones en ratones fue mostrar que era posible "crear series de células madre espermatogónicas, precursoras de espermatozoides, a partir de células madre embrionarias, para hacerlas luego evolucionar hasta convertirse en espermatozoides y, finalmente, lograr que éstos últimos fecundaran un óvulo". Esta fecundación se realizó a través de una microinyección intracitoplásmica de espermatozoides. Los embriones fecundados fueron transferidos a las vías genitales de varios ratones. Nacieron siete ratoncitos, de los cuales seis lograron llegar a la edad adulta.
Es preciso mencionar, de todos modos, los límites, importantes, de este trabajo experimental. La técnica posee un débil rendimiento, ya que los autores dicen haber inyectado espermatozoides en 210 óvulos. Se desarrollaron sólo 65 embriones hasta la etapa de dos células y nacieron 7 animales.
Además, los espermatozoides obtenidos de este modo presentaban, todos, una ausencia o reducción de su movilidad. Los ratoncitos eran también más chicos o gordos que lo normal y morían de forma prematura.