Riesgos para la salud

Preocupan los nuevos alisadores de pelo

Serían productos riesgosos para la salud; hoy se conocerá el resultado de los análisis de la Anmat

"Sentí que me ardían mucho los ojos y cuando el peluquero se dio cuenta me recomendó que los cerrara. No me dio ninguna máscara ni me dijo que me tapara la cara; él sólo se protegía con los guantes para pasar tintura", comentó Verónica, de 30 años, que el viernes último pagó 150 pesos en una peluquería del barrio porteño de Palermo para alisarse el pelo.

"El peluquero -continuó quien pidió reserva de su nombre real- me dijo que el líquido era brasileño y milagroso porque el efecto es inmediato. Además, deja el pelo brillante y totalmente liso, a diferencia de los productos de uso progresivo."

Verónica es una más de entre la gran cantidad de mujeres que en los últimos meses optaron por una solución capilar tan inmediata y tentadora como potencialmente peligrosa para la salud. Es que ese alisado "milagroso", del que informó ayer el diario Página 12, se lograría con un líquido con alto contenido de formol, una sustancia que en 2004 la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) colocó entre aquellas capaces de producir cáncer en los seres humanos.

En nuestro país, donde el líquido se utiliza sin autorización sanitaria en peluquerías y en domicilios particulares, varios peluqueros se acercaron a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) con muestras para conocer su composición y si son seguros para la salud. Los resultados de estos análisis se darán a conocer hoy.

"Han llegado denuncias de que se usan productos importados sin autorización y con alta concentración de formol, cuando la cantidad más alta permitida por la Anmat es de hasta 0,1% para los de higiene oral, de 0,2% para otros y del 5% para los endurecedores de uñas", comentó ayer a LA NACION la licenciada Mónica Bobbi, inspectora del Departamento de Inspecciones del Instituto Nacional de Medicamentos de la Anmat.

Bobbi no sólo redactó el comunicado de advertencia a los consumidores difundido por la Anmat, sino también la responsable de llevar adelante la investigación, que comenzó por consultas reiteradas de peluqueros y también de denuncias de mujeres que, tras la aplicación del producto, tuvieron síntomas preocupantes, como ardor en los ojos, dolor de cabeza o náuseas, entre otros.

"Las personas que se lo aplicaron una vez no deberían volver a repetirlo. Exponerse al formol es un riesgo innecesario", afirmó la doctora Clara López, profesora adjunta de la cátedra de Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

La experta explicó que el riesgo surge de las emanaciones del formol al aplicar el producto. Esos gases pueden causar irritación en los ojos y la garganta y hasta disminuir la visión por daños en el nervio óptico.

"La agencia internacional que investiga el cáncer, la IARC, lo considera un carcinógeno cierto para el ser humano, con evidencia científica suficiente de que puede provocar cáncer nasofaríngeo, porque la disponibilidad del compuesto es total a través de la vía respiratoria, y de otros tipos", puntualizó López. Una vez en el organismo, continuó, "la sustancia inspirada se une a distintos compuestos, como las proteínas, y puede dañar el ADN".

Pero, sin dudas, quien está en mayor riesgo durante la exposición es quien aplica el producto, dada la cantidad de horas que debe utilizarlo y, en general, en locales donde la concentración de la sustancia tóxica es alta y, según varios testimonios de clientas, sin protección facial ni manual apropiada para su manipulación.

"Todo esto hace que al respirar ingrese una cantidad importante en el organismo -indicó López-. Por esto, diría que los riesgos en el caso de quienes se aplican el producto serían posibles, pero en mucho menor grado que en los que lo aplican. Deben saber que no hay una concentración mínima del formol que no ofrezca riesgos de cáncer."

Origen dudoso

El origen del líquido alisador, cuya característica principal es un olor más fuerte y penetrante que el de los productos autorizados fabricados con ácido tioglicólico, sería Brasil. Allí, la autoridad sanitaria prohibió su utilización debido a graves denuncias de caída y pérdida irreversible del cabello avaladas por dermatólogos ante la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria.

"Esos productos tenían altas concentraciones de formol que, según la información disponible de análisis en Brasil, era de hasta casi un 30 por ciento", indicó Bobbi, que comentó que ya se hicieron varias inspecciones en peluquerías.

Las presentaciones realizadas por varios peluqueros cuestionaron el origen de líquidos alisadores, cuya venta es fraccionada por litro y su aplicación se ofrece de boca en boca. "Los peluqueros que se acercaron a la Anmat querían conocer el origen y, según dijeron, les llamaba la atención que los líquidos tuvieran un olor muy fuerte y que para aplicarlos se tuviera que usar un barbijo o una máscara a prueba de gases -explicó Bobbi-. Si entró en el país un producto que no pasó por la Anmat, ingresó de contrabando."

Para el peinador Roberto Giordano, que conoció el uso del producto en San Pablo, antes de su prohibición, el alisador "milagroso" daña el cabello. "El resultado a corto plazo es muy bueno, pero a largo plazo es nefasto -afirmó-. Está compuesto por formol y derivados de cremas nutritivas para atemperar su acción. Pero el grado de formol que se usa es altísimo para evitar que se corte el pelo."

Una vez colocado, el producto permanece en el cuero cabelludo y "corta la escama del cabello. Es como echarle cloro puro al pelo", concluyó Giordano.

Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION

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Clarin
 
Grave denuncia contra un laboratorio

Dicen que el producto contiene dosis no permitidas de formol, sustancia cancerígena.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) denunció ayer en la fiscalía distrital de Parque Patricios—Nueva Pompeya a un laboratorio en el que, presuntamente, se elaboraba un alisador de pelo que contiene dosis no permitidas de formol, una sustancia cancerígena.

La ANMAT alertó en su sitio Web que "se están vendiendo vía Internet y están siendo aplicados en algunos salones de belleza productos no registrados ante la ANMAT formulados en base a formol, que pueden resultar perjudiciales para la salud, provocando cuadros alérgicos, irritación ocular, enrojecimiento, lagrimeo y dermatitis".

El organismo informó que "los alisadores capilares convencionales se formulan en base a sales del ácido tioglicólico".

La presencia de este cancerígeno en algunas peluquerías argentinas con el nombre de "brushing progresivo lissé" se hizo conocida ayer al ser publicada por el diario Página/12.

"Por comentarios y denuncias que se fue recibiendo de personas, dimos este aviso respecto al uso de alisadores para cabello con altas concentraciones de formol", dijo ayer a Clarín Mónica Bobbi, inspectora del área de Productos Cosméticos del Departamento de Inspecciones del Instituto Nacional de Medicamentos. "Las concentraciones permitidas del formol son de entre 0,1 y 0,2 % como conservadores y del 5% como endurecedor de uñas".

Ayer en la ANMAT hubo movimiento por este problema. "Hubo personas que trajeron productos y también tenemos otros que se tomaron de inspecciones que se hicieron la semana pasada y hoy (por ayer) —explicó Bobbi—. Se está trabajando sobre esos productos y vamos a analizarlos". El problema es que ninguno de los productos que tiene la ANMAT lleva datos claros de elaborador, ni de la inscripción obligatoria ante la autoridad sanitaria.

La advertencia lanzada por la ANMAT puede leerse completa en la dirección http://www.anmat.gov.ar/consumidores/alisadores pdf con el título "Cuidado con los productos utilizados como alisadores de cabello".

"Le pedimos a la gente que verifique los productos que consumen, que sean inscriptos ante la ANMAT y elaborados por establecimientos habilitados y que cumplan la normativa", advirtió Bobbi. Para la normativa argentina, entonces, no está contemplado el uso de formol en los tratamientos de alisamiento del cabello. ¿Cómo darse cuenta? Los preparados en base a formol tienen un olor fuerte y penetrante que, según la ANMAT, "resulta picante e irritante".

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Página 12

Con el formol a Tribunales

El organismo fiscalizador presentará a los fiscales la denuncia por el uso de una sustancia no autorizada para el alisado de pelo, tal como reveló ayer Página/12. Consultas de decenas de peluqueros.

Decenas de peluqueros consultaron en Anmat y acercaron muestras de los productos que utilizan. La Anmat denunciará ante la Justicia la presencia de productos para planchar el pelo con efectos tóxicos, cuya fórmula, que incluye formol, no está autorizada por ese organismo fiscalizador. La aplicación de estos productos en peluquerías fue revelada ayer por Página/12. Durante toda la jornada, decenas de peluqueros efectuaron consultas en ese organismo y acercaron muestras de los productos que venían utilizando. En la práctica, los preparados inocuos se reconocen porque, a diferencia de los que tienen formol, requieren un enjuague posterior; en todo caso, la clienta tiene derecho a exigir al profesional que le muestre el envase del producto que utiliza. Como todos los cosméticos, los productos para planchar el pelo deben incluir en su etiquetado el número de resolución de Anmat por la cual se autoriza su venta.

“Vamos a denunciar formalmente la existencia de productos para el ‘planchado’ del pelo que circulan en forma ilegal”, anunció Manuel Limeres, titular de la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat). La presentación se efectuará ante la fiscalía a cargo de Adrián Giménez y Marcelo Munilla Lacasa, especializada en irregularidades vinculadas con medicamentos.

Mónica Bobi, desde el área de Cosmetología de Anmat, señaló que “durante todo el día hemos recibido consultas, especialmente de peluqueros que en muchos casos nos acercaron los productos que utilizan, para que verifiquemos su composición”. La especialista aclaró que “son productos de venta a profesionales; hemos investigado en perfumerías y, en principio, no hemos detectado que se vendan directamente al público”.

Los productos que los peluqueros preocupados acercaron a la Anmat “no incluyen en sus rótulos la autorización correspondiente ni los datos del fabricante”, señaló la doctora Bobi.

Ayer, Página/12 dio a conocer que el planchado de pelo “brasileño”, ofrecido en distintos salones de belleza, contiene formol, sustancia no permitida para este uso por sus efectos tóxicos. La normativa argentina –al igual que la brasileña– no autoriza el empleo de formol para este fin. Tal como en Brasil, aquí su uso se permite, en muy baja concentración (0,2 por ciento), como conservante para cosméticos; en concentración aún más baja (0,1 por ciento), se lo usa en productos para la higiene bucal; se admite una concentración de hasta el 5 por ciento sólo para su uso como endurecedor de uñas.

Los productos que sí están autorizados para el planchado de pelo contienen sales del ácido tioglicólico. La clienta o el cliente de peluquería pueden distinguir estos productos de los que se basan en el formol, ya que la técnica de aplicación es diferente en cada caso. Los basados en ácido tioglicólico requieren un enjuague, ya que deben ser neutralizados mediante un agente específico. En los basados en formol, no debe enjuagarse, y la aplicación se efectúa mecha por mecha de pelo, mientras se lo alisa con cepillo bajo exposición al calor. Además, el formol tiene un olor fuerte e irritante.

Pero, además, el cliente puede exigir que el peluquero le muestre el envase del producto que utiliza, y en éste debe figurar la autorización de la Anmat. “En todos los productos cosméticos, el rótulo debe incluir el número de legajo del establecimiento elaborador, y el número de resolución por la que el producto fue aprobado”, advirtió la doctora Bobi. Este recaudo vale “para todos los productos comercializados a nivel nacional, y en particular para los que se expenden en la ciudad de Buenos Aires. Los que sólo se comercializan en determinada provincia responden a la normativa provincial”.

El “planchado brasileño”, también conocido como “brushing progresivo lissé”, llegó al país el año pasado y sus mismas usuarias lo fueron difundiendo: en una sola aplicación, el pelo queda lacio y con un brillo y sedosidad que no logra igualar ninguno de los productos autorizados. La contrapartida son los efectos perjudiciales del formol: “cuadros alérgicos, irritación ocular, enrojecimiento, lagrimeo, dermatitis”, según la enumeración de la Anmat. El formol es considerado “cancerígeno” por la OMS.

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Actualización 12.07.06

Ya es oficial: no deben usarse los alisadores de pelo
Por tener excesivo formol

Los resultados de los análisis realizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) a las tres primeras muestras de los nuevos líquidos alisadores de pelo que se comercializan sin autorización en el país indican que superan entre 75 y 150 veces el límite máximo autorizado para el formol, una sustancia altamente irritante y potencialmente cancerígena.

“Se recomienda a la población abstenerse de utilizar los productos y, ante cualquier duda, consultar a su médico dermatólogo”, señala el comunicado de la Anmat difundido ayer sobre los líquidos retirados de distintas peluquerías porteñas por inspectores del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname), a cargo de la investigación.

Dos de esos productos se comercializan con el nombre Sin Rulos, mientras que el tercero se ofrece como Hidrobrushing Progresivo. Todos, en su etiqueta, carecen de los datos exigidos por la Anmat, como la fecha de vencimiento o la fórmula de su composición. "La población no debería aceptar líquidos de origen desconocido y sin el rotulado", dijo la licenciada Mónica Bobbi, inspectora del Iname y responsable de la investigación.

Lagrimeo, tos, irritación en los ojos y la garganta, picazón, dermatitis y, en las personas más sensibles, broncoconstricción o caída del cabello son los síntomas más frecuentes que pueden causar estos líquidos alisadores con concentraciones de formol que oscilan entre el 15 y el 30 por ciento. En especial, en las mujeres que los han utilizado más de una vez y en los peluqueros o las personas que aplican el producto.

"Durante o después de una exposición única a una alta dosis de formol, como en el caso de las muestras analizadas, puede aparecer irritación en los ojos, las vías respiratorias y la piel, en especial en las personas sensibles. En cambio, en una exposición laboral continua existe más riesgo de desarrollar una enfermedad crónica", explicó a LA NACION la pediatra Elda Cargnel, jefa del Departamento de Docencia e Investigación de la Anmat e toxicóloga de la Unidad de Toxicología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

Quienes aplican el producto suelen utilizar, según relatan distintas mujeres que usaron estos nuevos alisadores instantáneos para pelo, guantes de látex como protección. Sin embargo, esto no sería suficiente. "El látex no protege de sustancias químicas porque pueden atravesarlo. En el caso de los alisadores para pelo, la protección que ofrecen esos guantes es mínima", enfatizó Cargnel.

Productos prohibidos

Las concentraciones de formol permitidas por la Anmat son muy bajas: de hasta el 0,2% en los productos en general (0,1% en los de higiene oral) y de hasta el 5% sólo en los endurecedores de uñas.

Sin embargo, las tres primeras muestras analizadas de los líquidos capilares cuestionados superan en un alto margen esos límites. Los productos son:

1) Sin Rulos. Tratamiento para cabellos naturales x 500 cc. Partida del 0 al 5000. Elba. Legajo N° 2542. Res. 155/98. Adolfo Nicolás Benítez. Serrano 1079. Capital Federal. En esta muestra se encontró un 29,7% de formol, una concentración que en Brasil llevó a la prohibición de su comercialización.

"Este producto -señala la Anmat- no ha sido elaborado por el laboratorio declarado en su rótulo, según denuncia el mismo, y se desconoce su real elaborador." El informe destaca también que la etiqueta no cumple con las disposiciones vigentes de etiquetado de productos cosméticos.

2) Hidrobrushing Progresivo Cauterizante x 1000 cc. Industria Argentina. Prod. Reg. M.S.y A.S. Resol. 337/92. Elab. por Legajo 6489/79-6. Sin Lote y Sin Vto. El análisis determinó que este líquido alisador para pelo contiene un 15% de formol. "El legajo declarado en el rótulo no corresponde a un establecimiento habilitado por la Anmat", señala el informe. La etiqueta tampoco cumple con los requisitos exigidos.

3) Sin Rulos. Tratamiento para cabellos naturales sin color. Altura del color del 6 al 7. Alisa y recupera la fibra capilar, por 100 cc. Elab. Legajo N° 2542. M.S. y A.S. Res. 155/98. Adolfo Nicolás Benítez. Serrano 1079. Capital Federal. En este caso, la cantidad de formol llegó al 28,2%, y la Anmat advierte, como en el primer caso, que el líquido no fue elaborado por el laboratorio que aparece en la etiqueta.

Fueron infructuosas las consultas realizadas ayer por LA NACION en el domicilio que figura en las etiquetas.

En tanto, para la doctora Clara López, profesora adjunta de la cátedra de Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, los resultados hallados son inequívocos: "Son concentraciones muy elevadas de formol, un producto que, independientemente de la concentración de que se trate, no está aprobado por la Anmat y no debe ser comercializado en la Argentina".

Con los resultados, la Anmat presentó una denuncia en la Fiscalía de Distrito de Nueva Pompeya y Parque de los Patricios.

Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION

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Página 12

Sin rulos pero con graves riesgos
La Justicia ya investiga el origen de los productos, tras la denuncia de Página/12. Avalancha de consultas en Toxicología.
Por Mariana Carbajal

Cientos de mujeres que se hicieron el “planchado brasileño” consultaron en el Centro de Toxicología.El Centro Nacional de Toxicología recibió ayer una avalancha de consultas de mujeres que se sometieron al planchado brasileño con formol y de peluqueros que lo están realizando, preocupados por las consecuencias en la salud del tratamiento, luego de que Página/12 publicara sus posibles riesgos. Las llamadas se multiplicaron en la Anmat. El organismo fiscalizador reveló que encontró altas concentraciones de la sustancia cancerígena, muy superiores a las permitidas, en las muestras analizadas de varios de los productos que están aplicándose en salones de belleza. Y con esos resultados radicó una denuncia en la fiscalía de los barrios de Nueva Pompeya y Parque de los Patricios, especializada en irregularidades vinculadas con medicamentos. “Estos alisantes no pueden usarse, porque no están autorizados y pueden ser peligrosos”, reiteró el director de la Anmat, Manuel Limeres, en declaraciones a este diario.

Los alisantes con formol analizados fueron retirados de salones de belleza por inspectores del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname, dependiente de la Anmat) o entregados al organismo por algunos peluqueros. Las concentraciones detectadas van desde 15 por ciento a 29,7 por ciento. El máximo permitido en cosméticos, de acuerdo con la legislación, es de 5 por ciento y sólo para su uso como endurecedor de uñas. Según informó Limeres, se analizaron tres productos con los siguientes nombres: “Sin rulos”, en dos versiones distintas, e “Hidrobrushing Progresivo Cauterizante”. Además de las altas concentraciones de formol, se determinó que los envases no cumplían con la normativa vigente para rotulados de productos cosméticos “por no presentar datos de lote, vencimiento y fórmula del producto en cuestión”, detalló la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica en un comunicado de prensa. En los tres casos, informó la Anmat, los laboratorios que figuraban en sus etiquetas declararon ante el organismo no ser sus fabricantes.

“Se recomienda a la población abstenerse de utilizar los productos antes mencionados dados los resultados obtenidos y ante cualquier duda consultar a su médico dermatólogo”, volvió a aconsejar ayer la Anmat. El organismo fiscalizador continuó recibiendo decenas de llamadas de peluqueros y mujeres que han probado el planchado “milagroso” de origen brasileño y se han enterado de sus riesgos, luego de que Página/12 publicara en forma exclusiva el lunes que se está realizando ese tratamiento en forma clandestina en salones de belleza y en domicilios particulares, con máscaras antigases, en lugares ventilados e incluso al aire libre.

“Ya son más de 250 las consultas”, confirmó Limeres. También hubo ayer una avalancha de llamadas en el Centro Nacional de Toxicología, que funciona en el Hospital Posadas y dirige Osvaldo Curci. “Millones de consultas recibimos”, exageró una telefonista y después precisó que rondaron el centenar. Incluso, en el centro de atención se presentó en persona una mujer que se había hecho el planchado con formol en varias oportunidades. “No tenía ningún síntoma agudo, pero estaba preocupada por la información que circuló en las últimas horas. A los que llaman les decimos que no es conveniente que vuelvan a hacerse el tratamiento porque el formol es una sustancia cancerígena y es riesgosa una exposición de 3 o 4 horas como demanda este tratamiento para el pelo. De todas formas, deben saber que el problema surge por la exposición crónica al formol”, explicó Curci a este diario.

El planchado brasileño llegó al país el año pasado y empezó a promocionarse boca a boca por los buenos resultados que consigue: en una primera aplicación el pelo queda lacio, brillante y sedoso como no lo ha logrado hasta ahora ningún otro procedimiento de alisado fabricado por los grandes laboratorios multinacionales que se reparten el mercado de la belleza capilar. Pero el tratamiento no sólo está prohibido en el país. También en Brasil donde, como publicó este diario, ya se están viendo sus consecuencias. Según informa en su sitio web la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasileña (Anvisa), ya hay casos de caída de cabello “en función del uso de formol”.

El secreto del “milagroso” alisante es el formol que contiene su fórmula. El formol es una solución acuosa a 37 por ciento de formaldehído, un gas incoloro de olor sofocante. Tiene propiedades como conservante, por eso se utiliza en laboratorios de anatomía. En 2004 la Organización Mundial de la Salud lo reclasificó: de considerarlo “probablemente cancerígeno” pasó a catalogarlo como “cancerígeno” sin dudas. Llegó a esa conclusión luego de que un grupo de expertos de diez países reunidos en el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer estimó que ahora se dispone de indicaciones suficientes que demuestran que el “formaldehído provoca cáncer rinofaríngeo en el hombre”.

Según ha determinado la Anvisa, donde han estudiado el tema en profundidad, el uso de formol en alisantes “implica graves riesgos para la salud como irritación, dolor y quemaduras de pelo, irritación de vías respiratorias y daños irreversibles en ojos y cabellos”. Las sucesivas aplicaciones de estos alisadores pueden causar resquebrajamiento y caída del cabello y el riesgo aumenta cuanto mayor es la concentración de formol en el producto. El peligro de intoxicación es tanto para quien lo aplica como para quien lo recibe.