Estudio

Ventajas y desventajas de la ooforectomía al momento de la histerectomía

Estudio prospectivo que evalúa resultados a 3 años luego de la histerectomía con y sin ooforectomía.

Autor/a: Farquhar CM, Harvey SA, Yu Y, Sadler L, Stewart AW.

Fuente: American Journal of Obstetrics and Gynecology (2006) 194, 711–7

La histerectomía es uno de los actos quirúrgicos que se realiza con mayor frecuencia.  A pesar que hay varios informes que señalan los resultados positivos de la histerectomía, son pocos los datos reportados a largo plazo.  Los resultados positivos más comunes están relacionados al cese del sangrado uterino anómalo y al alivio de los síntomas menstruales mensuales.  Otros síntomas que mejoraron fueron el dolor pélvico causado por la endometriosis, síntomas de presión asociado a fibromas, incontinencia urinaria, función sexual, depresión y ansiedad, y se informaron tasas de satisfacción más altas con la histerectomía.

Sin embargo, no todas las mujeres experimentaron alivio de los síntomas luego de la histerectomía y una pequeña proporción desarrolló subsecuentemente nuevos síntomas.  La histerectomía ha sido implicada en el desarrollo de nuevos síntomas urinarios y gastrointestinales y un deterioro de la función sexual.  Otros intereses incluyeron la pérdida de la capacidad de procrear, ganancia de peso, cambios en la auto-imagen, disrupciones sociales y domésticas, tiempo de recuperación prolongado, y dolor en la herida hasta luego de 5 años de la cirugía.

El papel de la ooforectomía en asociación con la histerectomía es controversial.  Muchas mujeres premenopáusicas, fueron sometidas a este procedimiento y se publicaron guías clínicas para la ooforectomía profiláctica.  Las razones detrás de las recomendaciones para realizar la ooforectomía en el momento de la histerectomía se basan en mejores resultados en las mujeres con dolor pélvico, endometriosis, y síntomas premenstruales.  En las mujeres premenopáusicas mayores, la decisión de realizar la ooforectomía podría ser más alta dado el riesgo de cáncer de ovario.  Sin embargo, hay preocupaciones porque la ooforectomía, de hecho, puede llevar a nuevos problemas de salud, y una decisión de un análisis publicada recientemente, no sugiere ninguna mejoría a largo plazo en las mujeres a las que se les realizó ooforectomía.

Este estudio da a conocer datos preoperatorios y hasta 3 años luego de la cirugía, en un grupo de mujeres que tuvieron histerectomía con y sin conservación de los ovarios.  A pesar que las mujeres en ambos grupos eran similares en cuanto a la edad, raza y hábito de fumar, se encontraron diferencias entre los dos grupos, los que probablemente influyeron en los resultados estudiados.  Más notablemente, las mujeres en el grupo 2 (sin conservación de los ovarios) eran en mayor porcentaje nulíparas, más propensas a tener una histerectomía abdominal, así como a tener síntomas intestinales preexistentes, dolor pélvico y abdominal y a tener mayores índices de depresión con respecto a las mujeres del grupo 1 (con conservación de los ovarios).

El objetivo de la histerectomía es aliviar el dolor abdominal y pélvico, ésto se logró para dos tercios de las mujeres con dolor, ambos con y sin ooforectomía.  También se informaron mejorías en los índices de depresión luego de la histerectomía en ambos grupos.  Las tasas más altas de depresión estaban presentes en el grupo 2 antes de la cirugía y se mantuvieron así a lo largo de los 3 años de seguimiento.  Las mujeres del grupo 2 también tenían las tasas más altas de arrepentimiento ante la pérdida de la fertilidad y de la feminidad, y es posible que esto se relacione con las altas tasas de depresión.
Las mujeres a menudo expresan el temor que la histerectomía impactará negativamente en su función sexual.  Una disminución en la actividad sexual y la satisfacción podrían resultar teóricamente de las modificaciones en la anatomía luego de la histerectomía, o a causa de los cambios emocionales o cambios en los niveles hormonales secundarios a la ooforectomía o a la falla ovárica.  En este estudio hubieron diferencias preoperatorias en los niveles de actividad sexual entre los dos grupos de mujeres.  Esto podría explicarse por la alta proporción de mujeres sometidas a histerectomía por dolor en el grupo 2.  Durante los 3 años de seguimiento, no hubieron cambios en la proporción de mujeres que eran sexualmente activas en cualquiera de los dos grupos, en comparación con el comportamiento antes de la histerectomía, asimismo se incrementó la frecuencia sexual significativamente en el grupo 1.

Pocas mujeres luego de la histerectomía desarrollaron nuevos síntomas de dolor pélvico luego de 3 años.  Es alentador que estos síntomas de dolor resolvieron con el tiempo.
Se sabe que hay una mucho mayor satisfacción con la histerectomía sóla, y nuestros resultados no difieren con respecto a esto.  Es interesante reflejar que a pesar que más del 90% de las mujeres en ambos grupos estaban satisfechas con la operación, 3 años luego de la cirugía, muchas aún experimentaban síntomas y un porcentaje lamentaba la pérdida de la fertilidad.

Aspectos destacados

¿A qué pregunta responde este trabajo?
Este trabajo nos muestra los diferentes caminos que se presentan luego de la histerectomía preservando o no la función ovárica, los cambios a nivel hormonal, emocional y somático.

¿Qué aporta a lo que ya se conocía del tema?
No preservar las gónadas conduce directamente, de manera muy frecuente, a la depresión de la paciente, ya sea por causa del déficit hormonal o por sentirse menos mujer al perder el don de la fertilidad.  No observamos diferencias en cuanto a la actividad sexual.

¿Cómo influye en mi práctica cotidiana?
Debemos evaluar correctamente a la paciente para saber indicar un tipo de cirugía u otra según cada mujer y sus antecedentes.