RCP

Nuevas recomendaciones AHA para la reanimación cardiopulmonar

Modificaciones basadas sobre aspectos fisiológicos y educativos.

Autor/a: Dr. White RD.

Fuente: Mayo Clin Proc 2006;81:736-740.

Estas recomendaciones producidas por el 2005 American Heart Association Guidelines for Cardiopulmonary Resuscitation and Emergency Cardiovascular Care and the European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2005 contienen varios cambios importantes debido a los avances de la ciencia sobre reanimación cardiopulmonar (RCP). Son el resultado de la participación durante 38 meses de 281 expertos internacionales sobre RCP.

Esta editorial analiza las más importantes recomendaciones para pacientes adultos que sufren un paro cardíaco.

Medidas de apoyo básicas

En muchos casos la RCP es inadecuada debido en gran parte a masajes torácicos mal efectuados y con pausas prolongadas que producen un efecto adverso sobre la perfusión coronaria y la supervivencia. El exceso de ventilación, o hiperventilación puede producir una alteración del retorno venoso por aumento de la presión intratorácica con subsiguiente reducción del gasto cardíaco.

A la luz de estas observaciones, se recomienda lograr el máximo de flujo sanguíneo durante la RCP mediante masaje torácico eficaz e ininterrumpido, cambiando la relación masaje/ventilación de 15/2 a 30/2 con una frecuencia de masaje de 100 por minuto y pausas para dos ventilaciones de un segundo por ventilación. El control de la tensión parcial de CO2 durante el procedimiento constituye una ademada evaluación del volumen minuto cardíaco.

Desfibrilación

Integración con la RCP. Dos aspectos importantes han surgido con el empleo de los desfibriladores portátiles:

1) Un período de flujo adecuado (90 a 120 segundos) que preceda a la desfibrilación permitirá que ésta sea más eficaz.

2) Es necesario evitar un consumo excesivo de tiempo tratando de determinar el tipo de ritmo cardíaco antes y después de la desfibrilación. Actualmente se están incorporando a los desfibriladores algoritmos que determinan si conviene en primer lugar la RCP o la desfibrilación.

Las recomendaciones anteriores, o sea las del año 2000, indicaban una serie de hasta 3 shocks eléctricos consecutivos seguidos, pero se demostró que esto insume un período importante de tiempo sin masaje y por ende sin circulación. En las recomendaciones actuales este aspecto se modificó y se indica masaje cardíaco durante 2 minutos después de un electroshock, lo que equivale a una relación de masaje ventilación 30/2.

Si el corazón recuperó ritmo sinusal luego del electroshock, va a tener un breve período de atontamiento por la descarga eléctrica por lo que se recomienda continuar varios segundos con masaje cardíaco (Figura 1).

Características del desfibrilador.

Los desfibriladores de onda monofásica fueron reemplazados por los de onda bifásica que son muy superiores. Dentro de éstos existen dos tipos el desfibrilador de onda bifásica truncada exponencial (DOBTE) y el desfibrilador de onda bifásica rectilínea (DOBR). Si aún se dispone de un desfibrilador monofásico se recomienda una descarga alta de 360 J. Con el DOBTE se aplicará una descarga de 150 a 200 J y con el DOBR de 120 J.

Los desfibriladores bifásicos logran revertir a ritmo sinusal en casi el 90% de los casos. Si el corazón se vuelve a fibrilar, se recomienda repetir con la misma energía y si nuevamente se fibrila o no hay respuesta se aumentará la potencia de la descarga.

Tratamiento farmacológico

La epinefrina continúa siendo el fármaco de elección para el paro cardíaco, aunque la vasopresina es una alternativa ante la falta de respuesta a la epinefrina. Ambas tienen por objetivo producir vasoconstricción y mejorar el flujo coronario.

El agente antiarrítmico de elección para estas circunstancias es actualmente la amiodarona. La limitación que presenta la amiodarona está dada por el efecto vasodilatador que puede reducir la perfusión cerebral, pero esta respuesta se contrarresta con la administración previa de epinefrina.

Tratamiento posrecuperación del paro cardíaco

En los pacientes que fueron recuperados del paro cardíaco y se encuentran hemodinámicamente estables, pero sin respuesta sensorial, el tratamiento de hipotermia entre 32o y 33o C durante 24 horas ha dado resultados satisfactorios.

 

Figura 1. Secuencia de la reanimación cardiopulmonar (RCP). Como se puede observar, la RCP se interrumpe solamente durante el electroshock. Cada RCP significa 5 ciclos o dos minutos de masaje/ventilación en la relación de 30/2. DFB:desfibrilador; FA: fibrilación auricular.


¿Qué aportan estas recomendaciones 2005?

- Se recomienda lograr el máximo de flujo sanguíneo durante la RCP mediante masaje torácico eficaz e ininterrumpido, cambiando la relación masaje/ventilación de 15/2 a 30/2 con una frecuencia de masaje de 100 por minuto y pausas para dos ventilaciones de un segundo por ventilación.

- Es necesario evitar un consumo excesivo de tiempo tratando de determinar el tipo de ritmo cardíaco antes y después de la desfibrilación.

- Los desfibriladores de onda monofásica fueron reemplazados por los de onda bifásica que son muy superiores.

- La epinefrina continúa siendo el fármaco de elección para el paro cardíaco.

- La amiodarona es el agente antiarrítmico de elección.


¿Cómo se aplica a la práctica?

Los paramédicos, residentes y médicos de servicios de emergencia deben estar notificados e instruidos sobre estas actualizaciones y se aconseja colocar en dichos servicios un esquema similar al de la Figura 1.