Por el llamado "efecto rebaño"

Neumococo: la vacuna también protege a quienes no la reciben

Su uso masivo permite frenar la cadena de contagios dentro de una población.

Las vacunas suelen ser extremadamente generosas: dan más de lo que uno les pide. Un chico inmunizado contra un agente infeccioso se convierte en una barrera para su transmisión y, así, la vacuna no sólo protege a quien la recibe, sino también a sus familiares, amigos y vecinos.

La vacunación universal dentro de una población es capaz de extender su protección a toda la comunidad. El caso más reciente es el de la vacuna antineumocócica heptavalente conjugada, que previene la infección por el temido neumococo: la principal causa de meningitis bacteriana en la Argentina.

"A partir de la introducción de la vacuna en los Estados Unidos, vimos una reducción del 80% de los casos de infecciones graves por neumococo en menores de 2 años, pero a la vez observamos que entre los niños de mayor edad y entre los adultos [dos grupos que no recibieron la vacuna] también hubo una reducción de esas infecciones", dijo a LA NACION la doctora Cynthia Whitney, directora de Enfermedades Respiratorias de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), de los Estados Unidos.

Whitney publicó recientemente un estudio en la revista The New England Journal of Medicine que revela que, a partir de 2000, cuando se introdujo en su país la vacuna antineumocócica, las infecciones causadas por cepas de neumococo resistentes a los antibióticos cayeron un 41% en chicos y adolescentes de entre 5 y 19 años, un 51% en adultos de entre 20 y 39 años, un 36% en los de entre 40 y 64 años y un 49% en los mayores de 65.

Esquema reducido

"Antes de la introducción de la vacuna, se reportaban 65.000 casos al año de las formas más graves de infección por neumococo (meningitis, neumonías, sepsis) -comentó Whitney-. En 2004, sólo se produjeron 40.000 en todos los grupos etarios."

Según esta investigadora, la introducción de la vacuna -recomendada por los CDC para bebes de entre 2 meses y 2 años- produjo lo que se conoce como "efecto rebaño".

"Distintas líneas de evidencia nos confirman que los chicos no vacunados también están ahora protegidos contra la enfermedad neumocócica -apuntó-. Esto ha sido muy claro entre los chicos de menos de 2 meses o de más de 2 años de edad, entre los que también se redujeron las tasas de infección por neumococo."

Claro que, para obtener el buscado "efecto rebaño", es necesario una vacunación masiva: en los Estados Unidos, en 2004, el 64% de los chicos en edad de recibir la vacuna había sido inmunizado.

"Durante los primeros años del uso de la vacuna, cuando no había dosis suficientes para aplicar el esquema [cuatro dosis] en todos los chicos a vacunar, hubo chicos que recibieron menos dosis y observamos una excelente reducción de la enfermedad."

En un contexto de vacunación masiva, el efecto rebaño parece permitir una adecuada inmunización a nivel comunitario con menos dosis que las indicadas, concluyó la investigadora.

Por Sebastián A. Ríos

Una inmunización poco extendida en el país

"En base a informes de 2003, podemos afirmar que el neumococo ha pasado a ser la primera causa de meningitis bacteriana en nuestro país", declaró la doctora Silvia González Ayala, jefa del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Niños Sor María Ludovica, de La Plata.

Cada año se reportan 300 casos de meningitis neumocócica, aunque se estima que el número real de casos sería 500. Una buena parte de esos casos podría evitarse de ampliarse el uso de la vacuna antineumocócica heptavalente conjugada.

Sin embargo, estimó el doctor Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del hospital Gutiérrez, en la Argentina sólo entre el 5 y el 8% de los chicos de entre 2 meses y 2 años recibe la vacuna.

Según un estudio presentado en la última Conferencia Intercientífica sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia, realizada en Washington, las cepas de neumococo -Streptococcus pneumoniae- comprendidas en la vacuna son las que causan el 70,9% de las neumonías en menores de 2 años y el 55,4% de las enfermedades neumocócicas invasivas en la Argentina.

El principal obstáculo para la masificación de la vacuna antineumocócica es su elevado costo: cada una de las cuatro dosis cuesta alrededor de 280 pesos. Afortunadamente, según comentó el doctor López, hay algunas prepagas que la cubren en un 100%, y otras en forma parcial.

Sin embargo, la vacuna no ha sido incluida dentro del calendario vacunatorio oficial. "Sí el Programa Médico Obligatorio (PMO) indica su uso en los grupos de riesgo [chicos con enfermedades cardíacas, pulmonares o inmunocomprometidos, entre otros], lo que obliga a las obras sociales y al Estado a darla en forma gratuita a esos pacientes", concluyó el doctor López.