Se estima que la esclerodermia afecta a unos 300.000 estadounidenses, la mayoría mujeres, y que en su forma más grave, la esclerosis sistémica, el excesivo crecimiento de tejido fibroso afecta al tejido pulmonar en un 80% de casos, provocando la muerte en la mitad de pacientes antes de los 10 años.
La buena noticia es que, por primera vez, un ensayo clínico demuestra que un fármaco bien conocido, la ciclofosfamida, puede frenar el deterioro de la función pulmonar en pacientes con esclerodermia. El estudio, publicado en "The New England Journal of Medicine", muestra que los pacientes que recibieron el tratamiento experimentaron una pequeña pero estadísticamente significativa mejoría de la función pulmonar, así como menor disnea, en comparación con los no tratados.
Participaron 158 afectados por esclerodermia con signos de problemas pulmonares, la mitad de los cuales recibió ciclofosfamida diariamente y la otra mitad placebo, durante un año.
New England Journal of Medicine 2006;354:2655-2666