El aborto espontáneo (AE) es una complicación que afecta al 15% de los embarazos y no tiene tratamiento. La identificación de los factores de riesgo a través de estudios epidemiológicos y su prevención, es la única forma de reducir la incidencia de AE. En los últimos años, han surgido varios trabajos relacionando el AE con el sobrepeso, pero son escasos y dispares los trabajos respecto al AE y el bajo índice de masa corporal (IMC).
Recientemente, varios autores describieron la asociación entre bajos valores de leptina y el aborto espontáneo. Asimismo, se ha observado una correlación entre un bajo IMC y bajos valores de leptina.
El objetivo de este estudio fue investigar la asociación entre el bajo IMC preembarazo y la incidencia de AE.
Métodos
Los datos fueron obtenidos del Danish National Birth Cohort (DNBC), un estudio de extensión nacional realizado en Dinamarca sobre las mujeres embarazadas y sus recién nacidos. Las mujeres fueron incorporadas al estudio a partir de la primera visita preembarazo y luego se las siguió controlando hasta el momento del parto. La información obtenida incluyó información sobre el IMC, la edad, antecedentes obstétricos y estilos de vida.
El parámetro a determinar fue la incidencia de AE definido como aquél que ocurre antes de las 28 semanas de gestación.
Resultados
Entre el primero de octubre de 1997 y el 31 de marzo de 1999, se incorporaron al estudio 23.821 mujeres, lográndose un seguimiento cercano al 100%. Un total de
1132 mujeres (4,8%), tenían un IMB <18,5. Estas mujeres tendían a ser más jóvenes, con tendencia al tabaquismo, consumo de café y antecedentes de trastornos para comer en relación con las mujeres de IMC normal. La tasa de AE en este grupo de mujeres con bajo IMC era más elevada que en las mujeres con IMC normal, pero sin alcanzar una diferencia significativa.
Cuando se consideraron los factores de edad maternal, antecedentes de aborto, alto consumo de alcohol y de café y un trastorno para ingerir los alimentos (anorexia nerviosa, bulimia), la diferencia sí fue significativa con respecto a las que no presentaban estos antecedentes.
Respecto a las mujeres con un IMC elevado, no se halló que tuvieran mayor incidencia de AE.
Discusión
La potencia de este estudio radica en su carácter prospectivo y en el tamaño de la población estudiada. En él se encontró que existe un aumento de AE en las mujeres con bajo IMC. Hace unos años se pensaba que un elevado IMC era un factor más importante de riesgo de AE que el bajo IMC. Actualmente no se ha demostrado que un grado moderado de obesidad produzca este efecto. Incluso las recomendaciones de las sociedades de obstetricia y ginecología de distintos países consideran que no hay que reducirle el peso a la embarazada obesa, porque una dieta hipocalórica puede afectar al feto. De hecho, en este trabajo las mujeres con IMC superior a la normal no tuvieron mayor incidencia de AE.
Los posibles mecanismos biológicos entre el bajo IMC y el AE pueden deberse a baja regulación de hormonas o a una consecuencia directa de la desnutrición. La hormona leptina considerada fundamentalmente como reguladora del peso y del apetito, también mostró estar implicada, al menos en roedores, en el proceso de la reproducción. En estos animales la leptina mostró que ejerce un efecto positivo en la reproducción y en la función ovárica y, en los seres humanos, parecería que la leptina regula la angiogénesis uterina.
El hallazgo de bajos valores de leptina en las mujeres que tuvieron AE podría respaldar estas aseveraciones, sugiriendo que la leptina sería uno de los mecanismos que participarían en la producción de AE en mujeres con bajo IMC.
Aspectos destacados
¿Qué se sabía del tema?
La incidencia de AE durante el embarazo es de alrededor del 15%. Debido a que no hay tratamiento contra el aborto, se deben buscar estrategias para reducirlo mediante el control de los factores de riesgo.
¿Qué aporta el estudio?
El estudio señala que las mujeres con bajo IMC tienen una mayor incidencia de AE, pero sin alcanzar significación estadística. Cuando se analizan las mujeres con AE que son fumadoras y consumidoras de alcohol, tuvieron antecedentes de abortos y presentaban trastornos para alimentarse, la diferencia con las mujeres que no reunían estos factores alcanzó significación estadística.
La incidencia de AE no aumenta cuando el IMC está por arriba de lo normal.
Se considera que un bajo valor de leptina en las mujeres con bajo IMC podría ser uno de los mecanismos de AE.
¿Cómo se vincula a la práctica?
En Argentina, es posible que la tasa de AE en las mujeres de bajo IMC sea superior a la mencionada en este trabajo y probablemente alcance significación estadística. Esto tendría la siguiente explicación: en Dinamarca, el bajo IMC se debe mayoritariamente a trastornos en la ingestión de alimentos, en la Argentina, hay un sector grande de mujeres cuyo bajo IMC es consecuencia de la desnutrición. Como tal, hay además déficit de hierro, ácido fólico y otros nutrientes que inciden en la producción de AE.
Por eso las recomendaciones en Argentina difieren de las de los países desarrollados y se indica de rutina suplementación con hierro y ácido fólico. Además, a la mujer que tiene bajo IMC y que acude al médico para consultar sobre un futuro embarazo, se le debe indicar una dieta hiperproteica e hipercalórica agregando los nutrientes mencionados.