Viceversa por Nora Bar

El científico como artista

¿Existen dos culturas?


La controvertida tesis de que existen "dos culturas" enfrentadas -la artística y la científica-, planteada en 1959 por lord Charles Percy Snow, doctor en física que abandonó la carrera científica para convertirse en novelista, se difundió rápidamente hasta convertirse en un cliché de las conversaciones eruditas.

Sin embargo, paradójicamente, aunque la especialización va en aumento y cada día se hace más difícil encontrar figuras que dominen ambos campos, como el clásico Leonardo Da Vinci, también crece la idea de que ciencia y arte surgen de un mismo impulso frente al mundo y tienen múltiples vasos comunicantes. Esto explica, por ejemplo, que el Instituto de Arte Contemporáneo de Londres haya creado la figura de "científico residente".

No hace mucho, el tema fue tratado en un suplemento especial de Nature: "Artists on science: scientists on art", que invitó a científicos y artistas a reflexionar sobre sus puntos de encuentro.

Tres novelistas, dos investigadores en neurociencias, un historiador del arte, un cineasta, un compositor musical y un periodista científico expusieron sus observaciones sobre las fronteras frecuentemente difusas entre arte y ciencia. Entre las más convincentes se cuenta la experiencia de quienes cultivan ambas disciplinas.

Como un entomólogo del Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard que publicó 22 trabajos científicos... y escribió algunas de las grandes novelas del siglo XX. Fue nada menos que Vladimir Nabokov, quien afirmó: "Descubrí en la naturaleza los placeres no utilitarios que buscaba en el arte. Ambos fueron una forma de magia, un juego de intrincado encanto".

"Después de todo, la buena ficción se orienta hacia la verdad, que es adonde los científicos están tratando de llegar -escribe en Nature Simon Mawer, biólogo y autor de siete novelas-. [...] Tanto la literatura como la ciencia plantean la pregunta «¿qué tal si?»."

A modo de ejemplo de una condición compartida, agrega el físico Alan Lightman, autor de cuatro novelas: "Einstein, el más celebrado representante del pensamiento racional, también fue un soñador, una persona de honda soledad, golpeado por la fragilidad y las urgencias del corazón humano".

Si los artistas emplean equipos científicos, y los científicos, conceptos estéticos, si ambos utilizan metáforas y siguen un camino de creciente abstracción, tal vez, más allá de las apariencias, el arte y la ciencia -en lugar de diverger- estén acercándose.

Por Nora Bär
ciencia@lanacion.com.ar