Seguridad

Europa se propone prohibir el mercurio de los termómetros médicos.

Con la medida se evitarían las repercusiones nocivas sobre las personas, los ecosistemas y la fauna salvaje derivadas del carácter altamente tóxico de esta sustancia

Noticias médicas

/ Publicado el 14 de marzo de 2006

La Comisión Europea propuso prohibir la comercialización del mercurio para la fabricación de termómetros médicos y domésticos, y otros aparatos como barómetros, tensiómetros y manómetros médicos, por el carácter altamente tóxico de esta sustancia y sus repercusiones nocivas sobre las personas, los ecosistemas y la fauna salvaje.

Con esta medida, el Ejecutivo comunitario pretende reducir la demanda industrial de mercurio y acelerar su sustitución por otros materiales menos perjudiciales para la salud humana. El vicepresidente de la Comisión, Gunter Verheugen, señaló que la propuesta "disminuirá la cantidad de mercurio tóxico que entra en la cadena de desechos".

El portavoz de Verheugen, Gregor Kreuzhuber, destacó que existen alternativas, como los termómetros digitales o los aparatos electrónicos de medición, con un coste similar para los consumidores.

La prohibición, según el portavoz, tendrá poco impacto en la industria comunitaria porque ésta importa la mayor parte del mercurio de China, India y Japón.

La Comisión estima que cada año se utilizan 33 toneladas de mercurio en aparatos de medición y de control en la UE, de las cuales, entre 25 y 30 toneladas corresponden únicamente a los termómetros. En los últimos años, los vertidos de mercurio han ido diminuyendo gracias a la recogida y recuperación de este material, pero todavía muchos productos permanecen enterrados o en vertederos.

Si los aparatos que contienen mercurio se desechan de manera inadecuada, éste puede transformarse en metilmercurio, la sustancia derivada más tóxica. El metilmercurio se acumula en los alimentos, y en especial en el pescado. Las personas que consumen mucho pescado y marisco, en particular en las áreas costeras del Mediterráneo, son los más vulnerables a los daños que produce el metilmercurio en la salud.

Un 85% del mercurio destinado a los aparatos de medición se encuentra en los termómetros médicos y domésticos. Los aparatos con fines médicos que contienen mercurio, están excluidos de la prohibición porque, según explica el Ejecutivo comunitario, los productos que podrían remplazar al mercurio no están siempre disponibles.

Con su propuesta, Bruselas quiere crear un marco jurídico "más coherente y estable" sobre el mercurio para la industria, ya que en la actualidad las normas varían de un país a otro.

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