El oncogén EZH2, de la familia denominada Polycomb, induce la inactivación de otros genes que protegen frente al cáncer, según las conclusiones de un estudio de Université Libre de Bruxelles (Bélgica) en el que han colaborado científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), de Madrid, y que ha sido publicado por la revista “Nature”.
De acuerdo con el estudio, por primera vez se demuestra la conexión entre un factor oncogénico y otro epigenético como causa de aparición del cáncer. En este caso, la proteína EZH2 atrae, de forma maligna, una metilación del ADN excesiva.
En el genoma humano, la citada metilación aberrante, producida por las proteínas ADN-transferasas, inactiva la expresión de genes que en condiciones normales evitan el nacimiento de tumores y que, por tanto, actúan como protectores frente al cáncer.
El oncogén EZH2 es el primer ejemplo de proteína con capacidad para transformar una célula normal en tumoral, pero con actividad exclusivamente epigenética. Según los autores, la acción epigenética demuestra que sólo activando un gen de esta familia de proteínas se puede producir un cáncer. Antes se había comprobado que inactivando un gen supresor tumoral con actividad sólo epigenética, denominado SNF2, también se producía cáncer. Sin embargo, se desconoce todavía si estas alteraciones concretas suponen mayor o menor agresividad, aunque la sobreexpresión de EZH2 en cáncer de próstata, por ejemplo, se asocia con la aparición de metástasis.
En este sentido, el oncogén EZH2 sufre amplificación cromosómica en cáncer de próstata, pero su expresión elevada ya se ha detectado en otros tipos de tumores como el de mama y de vejiga, zonas en las que también induciría metilación aberrante del genoma.
La investigación pone de manifiesto la importancia de la epigenética en la oncogénesis, amplía el conocimiento de los mecanismos moleculares del cáncer y perfila el potencial desarrollo a medio plazo de agentes bloqueadores selectivos de su acción.
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