¿Cuánto hay de mito y de realidad?

Validez anatomopatológica de la endoscopía esofágica

Se investiga el espectro de los hallazgos de la biopsia endoscópica en un servicio hospitalario de tercer nivel para poder establecer la confiabilidad de los hallazgos endoscópicos.

Autor/a: Dres. Kanthan R, Torkian B, Kanthan SC.

Fuente: Dis Esophagus. 2004;17(4):304-6.

La endoscopía esofágica constituye actualmente la herramienta de investigación inicial para evaluar la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Se la emplea no solo para visualizar y estudiar las posibles lesiones sino también para clasificarlas en los distintos grados. 

El objetivo de este estudio es investigar el espectro de los hallazgos de la biopsia endoscópica en un servicio hospitalario de tercer nivel para poder establecer la confiabilidad de los hallazgos endoscópicos.

Métodos

Se analizaron en forma retrospectiva las historias clínicas de todos los pacientes que fueron sometidos a biopsia esofágica en el Royal University Hospital, de Saskatoon, Canadá
durante el año 2000. Sobre un total de 210 biopsias esofágicas, se obtuvo información completa en 183 pacientes de ambos sexos y son los que constituyen el motivo de este estudio. Los preparados anatomopatológicos fueron nuevamente revisados y clasificados como esofagitis, metaplasia intestinal, displasia de bajo o de alto grado, adenocarcinoma, carcinoma de células escamosas o biopsia normal. Los informes fueron emparejados y analizados en relación con los informes originales de las historias clínicas.

Resultados y conclusiones

Hubo coincidencia absoluta en el 63% de los casos (n = 115), entre el informe original y la revisión posterior, mientras que en el 37% restante (n = 68) hubo discordancia. Entre estos casos hubo una alta incidencia de esofagitis a predominio de falsos positivos (Figura).


Figura. Correlación entre la endoscopía y el diagnóstico patológico de 183 pacientes estudiados en el año 2000. FN: falso negativo; FP: falso positivo.

A pesar de su importancia en la investigación clínica, la endoscopía no es universalmente aplicable. Constituye una herramienta de poca utilidad en el diagnóstico de la disfunción esofágica o de la hernia hiatal. Esta última puede complicar y limitar el diagnóstico del epitelio de Barrett de segmento corto. Para algunos especialistas la ausencia de lesión endoscópica indica ausencia de patología. Sin embargo, en esta evaluación se vieron casos de esófagos endoscópicamente normales, pero que se acompañaban de cambios microscópicos compatibles con reflujo gastroesofágico. La falta de concordancia es más evidente en las etapas precoces de la enfermedad por reflujo y con bajo grado de esofagitis. Por lo tanto la endoscopía por si sola no es el árbitro final para el diagnóstico de las patologías por reflujo.

Se debe destacar que una graduación válida en el contexto de la esofagitis por reflujo, requiere especimenes de biopsia adecuados. Si bien existe cierta información conflictiva en la literatura médica, la mayoría de los patólogos aceptan que la presencia asociada de hiperplasia de la zona basal y la elongación de la papila, son parámetros diagnósticos de esofagitis por reflujo, aún en ausencia de otras alteraciones histológicas. Como la ERGE es una lesión en placas dispersas, se recomienda un mínimo de 3 muestras para el análisis histológico.

Otra patología sujeta a resultados discordantes es el esófago de Barrett. Los segmentos largos o sea > 2 cmts son identificados sin dificultad, no así los segmentos cortos que se pueden manifestar como una línea irregular en forma de "Z" difíciles de detectar por el endoscopista. Es importante diferenciar entre una mucosa de Barrett y una unión escamosa columnar irregular o una esofagitis o una pequeña hernia diafragmática.