Medicina e historia

Casos célebres de enfermedad sagrada: Dostoievski (II)

Si todas las enfermedades tenían para nuestros predecesores un origen divino, sólo una ha sido calificada en el transcurso de los siglos como enfermedad sagrada: la epilepsia.

Autor/a: Dr. José Ignacio de Arana Amurrio.*

* Profesor de la Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid.

En el siglo XIX desarrolló su labor artística, literaria, otro célebre enfermo epiléptico: Fedor Dostoyevski. El autor ruso padeció de epilepsia desde la niñez y nos ha dejado constancia de ello en la figura de algunos personajes de sus obras, fiel trasunto suyo.

Pero, además, el caso de Dostoyevski nos va a permitir adentrarnos en una faceta de esta enfermedad de gran interés para la historia de la cultura.

Se trata de la epilepsia denominada psicomotora, y también temporal por originarse en el lóbulo temporal del cerebro, cuyas manifestaciones clínicas son casi exclusivamente de índole psíquica y sensorial. Durante la crisis, el enfermo sufre alucinaciones, especialmente auditivas, pero también olfativas, táctiles y visuales si el foco irritativo está algo más extendido, en las cuales cree percibir sensaciones inexistentes en la realidad pero que él vivencia como muy reales siendo, además, capaz muchas veces de recordarlas una vez pasada la crisis y hasta de describirlas con precisión asombrosa.

Por alguna razón inexplicada las alucinaciones poseen con frecuencia un matiz religioso, teñido de misticismo en la mayoría de las ocasiones en que esto se produce. Es posible que influya el alto contenido religioso que impregna, muchas veces sin darnos cuenta consciente de ello, la cultura y el pensamiento. En todas las culturas se puede apreciar esta circunstancia. Los pueblos orientales, los africanos, los americanos precolombinos, tienen en su acervo cultural, entre sus mitos, tradiciones e historias transmitidas de forma oral o escrita, casos de personajes que "entraban en trance" en medio de aparatosas manifestaciones que podríamos englobar, con recelosa ambigüedad, en el término de "convulsivas" o comiciales.

Fedor Dostoyevski salpica su creación literaria de referencias místicas y en alguno de sus libros como Los hermanos Karamazov éstas adquieren un lugar preeminente. Ciertos críticos han creído ver en esa reiteración el fruto de las alucinaciones que el autor sufría durante sus crisis epilépticas en las que alternaban los ataques convulsivos con los episodios psicomotores.