Si en mayo de 2004, cuando se conocieron las estremecedoras cifras de la mortalidad infantil en Bella Unión, alguien hubiera dicho que esa realidad cambiaría sustancialmente en pocos meses, nadie le hubiera creído. Sin embargo sucedió y hoy Las Láminas, pese a seguir siendo una zona con carencias graves, fundamentalmente por la falta de empleo, ya no es comparable con Biafra.

En 2004, cuando la Dra. María Elena Curbelo se vio obligada -por la falta de apoyos gubernamentales- a denunciar la situación de desnutrición infantil que se vivía en Bella Unión, la tasa de mortalidad infantil en Las Láminas era de 55,1 cada mil niños nacidos vivos.

Hoy, según dijo la reconocida pediatra, el seguimiento que realiza su equipo sitúa ese índice entre 15,5 y 15,6 cada mil niños nacidos vivos. Curbelo aclaró que el dato será confirmado por el MSP en los próximos días, pero remarcó que sus cálculos son correctos debido a que el índice a nivel del departamento de Artigas bajó de 28,9 por mil a 15,5 por mil, "y lo que más pesaba en esos números era Bella Unión, por lo que esa reducción sólo se explica por el descenso significativo de la mortalidad en esta zona".

La médica aseguró que este logro se debe mayormente a la gran cantidad de donaciones -tanto de alimentos como de ropa y equipos de calefacción- que tras conocerse los tristes números comenzaron a llegar a Las Láminas desde todos los puntos del país. "Este es un triunfo de todos los uruguayos, porque fueron muy importantes los pequeños y grandes paquetes, y las miles de cartas dándonos fuerza que llegaron desde todos lados. Por eso queremos que esta noticia sea nuestro regalo de Navidad para todos los uruguayos", subrayó Curbelo.

En la actualidad, la desnutrición infantil en Las Láminas está controlada. Pero aparecieron algunos nuevos casos en zonas cercanas a Bella Unión, pero que no revisten gravedad debido a que ahora hay medios para coadyuvar en el tratamiento de los niños y de las madres embarazadas.

Policlínica nueva
La situación de Las Láminas también conmovió fuera de fronteras, tanto así que a fines de diciembre se inaugurará una nueva policlínica que fue construida con el aporte de uruguayos radicados en España.

Curbelo detalló que el local, ubicado frente a la casa particular donde atendió por años, cuenta con varios consultorios y dos salas de internación para observaciones (una será destinada a los niños con problemas respiratorios y otra para la rehidratación de los que
padezcan diarreas severas). Asimismo explicó que el equipo médico se incrementará a través de un convenio con el MSP. Por lo que se contará con los servicios de otra pediatra, dos médicos generales, un ginecólogo, personal de enfermería y un odontólogo. También poseerá una pequeña farmacia provista por el MSP. Los servicios serán
destinados tanto a los habitantes de Las Láminas como del barrio Las Piedras y de otras pequeñas poblaciones del área.

Los aportes para la construcción de esta policlínica fueron obtenidos por la asociación de uruguayos "Casa Charrúa", que tiene su sede en Castelldefels, España. Estos emigrantes uruguayos se enteraron de las necesidades de Las Láminas hace 18 meses consultando la página web de Puente al Sur en busca de proyectos en los que pudieran colaborar para mejorar la situación de Uruguay. Desde entonces realizaron numerosas actividades para reunir fondos, pero también gestionaron el apoyo de organizaciones como el Fons Catalá de Cooperació, la Regidoria de Solidaritat de Ayuntamiento, el Grup de Dones de
Castelldefels. Además de agradecer por los cuantiosos aportes que realizaron estas entidades la Casa Charrúa hizo lo propio en la última publicación de "La Voz Charrúa" con "tanta gente anónima que comiéndose un choripán en nuestras actividades ayudaba al proyecto.

Además de la policlínica del barrio Las Láminas, la Casa Charrúa tiene otros proyectos en Uruguay como ser la financiación (consistente en 30 mil euros donados por el Fons Catalá) de un programa deportivo-sanitario para Shangrilá, y colabora con el hogar infantil "Larravide" de la calle del mismo nombre en Montevideo, aportando ropa, artículos educativos y un parque de juegos.

(Autora: Lourdes Vitabar)