Contaminación

Alertan: presencia de mercurio en mujeres embarazadas

Desde la infancia se nos inculca que comer pescado es bueno para la salud por las proteínas que contiene. En el caso de las mujeres embarazadas, la recomendación es casi una obligada instrucción médica

Desde la infancia se nos inculca que comer pescado es bueno para la salud por las proteínas que contiene. En el caso de las mujeres embarazadas, la recomendación es casi una obligada instrucción médica, pero ahora, recientes estudios sugieren tomar ciertas precauciones con el consumo de este alimento, así como limitarlo, dado que puede resultar contraproducente.

Las advertencias al respecto intentan proteger al feto del mercurio que se concentra en ciertos peces, y que en altos niveles puede ocasionar daño cerebral. En una serie de artículos publicados en la Revista Americana de Medicina Preventiva los especialistas indican que la ingesta de pescado durante la gestación es un arma de dos filos, dado que, por un lado, contiene mercurio, pero por el otro, es fuente de ácidos grasos que ayudan no sólo a prevenir derrames y problemas cardiacos, sino al desarrollo prenatal del cerebro.

El investigador Joshua T. Cohen, de Harvard, consultó a una amplia variedad de expertos de distintas instituciones educativas superiores a fin de hacer una revisión en torno a la literatura existente respecto al caso del mercurio y decidir si es conveniente o no que una mujer embarazada consuma pescado.

El mercurio es un metal que se presenta de forma natural liberado en el ambiente de rocas, suelos y volcanes. Sin embargo, diversas actividades humanas, como la minería de metales preciosos y la quema de algunos combustibles para la producción de energía, han elevado la presencia del mercurio en los niveles atmosféricos tres veces desde tiempos preindustriales.

Entre los efectos producidos por la contaminación por mercurio en los adultos se incluyen irritabilidad, temblores, visión sin foco, pérdida de memoria y falta de coordinación, así como problemas cardiovasculares, hipertensión arterial y palpitaciones.

Cuidado con lo que come

Según Cohen, a partir de los resultados, "tenemos dos mensajes: si usted no está embarazada y no tiene previsto embarazarse, puede comer pescado sin mayores problemas; pero si usted está esperando un bebé o piensa hacerlo en breve, debe cuidar su consumo de pescado con alto contenido de mercurio, como el pez espada y la macarela, aunque no eliminarlo de su dieta".

El problema de emitir este tipo de recomendaciones, dicen los expertos, es que aun cuando van dirigidas hacia un sector específico de la población, en este caso las mujeres embarazadas o próximas a estarlo, el público en general las toma para sí. Además, independientemente de que el aviso se hace para el caso específico de ciertas especies, la gente deja de consumirlas todas.

Los expertos indican que el problema con especies de gran tamaño es que han estado más tiempo expuestas a la contaminación del agua, debido a que son más longevas, de ahí que, de manera proporcional, la carne de tiburón, pez espada y caballa, entre otras, contiene altos niveles de mercurio.

La recomendación en términios de consumo semanal, dicen los especialistas, es de hasta 350 gramos por semana (el equivalente a dos ingestas en promedio), cuando se trata de especies con bajos contenidos de mercurio, tales como camarón, atún claro enlatado y pez gato. En el caso de que consuma mucho pescado a lo largo de una semana, deberá reducir o eliminar la ingesta de este alimento por espacio de una o dos semanas.

Reducir riesgos

Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el envenenamiento por mercurio podría reducirse de manera significativa a través del manejo de la contaminación producida por plantas de energía, que funcionan con carbón e incineradores de residuos. Dichas plantas producen cerca de mil 500 toneladas de mercurio, cifra que representa 70 por ciento de las emisiones totales de este metal hacia la atmósfera, producto de la actividad humana.

"Mientras que la quema de combustibles fósiles se está incrementando para cumplir con las demandas energéticas tanto de países desarrollados como en vías de desarrollo, puede esperarse que las emisiones de mercurio aumenten en relación con la falta de uso de tecnologías de control o el uso de fuentes alternativas de energía" se lee en un reporte de ese organismo internacional.

Asimismo, señala que en países en vías de desarrollo se ha incrementado el uso de la minería artesanal de oro y plata, otra fuente importante de contaminación por mercurio, que libera entre 400 y 500 toneladas anuales de ese elemento al aire, el suelo y el agua. El problema se magnifica debido a que, una vez en la atmósfera, el mercurio puede viajar cientos y miles de kilómetros, para contaminar sitios que se encuentran muy alejados de los lugares en donde se originó la emisión.

En ese sentido, Klaus Toepfer, director ejecutivo del PNUMA, recordó que "hace mucho tiempo, el mercurio fue identificado como sustancia peligrosa para la salud". Finalmente, en el caso de los fetos, el reporte del organismo señala que no se tiene una cifra exacta del impacto que pudiera tener en materia de salud, pero asegura que ascendería a varios millones de afectados en el mundo.