Según los autores, del Children's Hospital de Filadelfia, este hallazgo puede ser útil para guiar a los médicos a establecer el tratamiento más adecuado en cada caso.
Los investigadores analizaron muestras de tumor de 915 niños con neuroblastoma, el cáncer más frecuente en la infancia, que representa el 10% de los tumores pediátricos.
Basándose en estudios anteriores, identificaron anomalías en los cromosomas 1 y 11 que contribuyen a que esos tumores sean de alto riesgo. La pérdida de material genético en los fragmentos cromosómicos 1p36 y 11q23 se relacionó estrechamente con ese mayor riesgo de muerte. Esa pérdida de genes es independiente de otros marcadores del riesgo.
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New England Journal of Medicine
Children's Hospital of Philadelphia