El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, recibió este sábado en Buenos Aires el premio "Médico del año", un galardón que le otorgó la Fundación argentina Gracias Doctor en reconocimiento a su larga carrera profesional como oncólogo.
En un acto celebrado en la capital argentina, Vázquez recordó a otros muchos médicos que, según dijo, "se merecen la distinción" que le concedieron a él.
Puso como ejemplo a los profesionales que trabajan en Sierra Leona, donde mueren 166 de cada 1.000 niños nacidos vivos, y a quienes atendieron a las víctimas que dejó recientemente el huracán "Katrina" en el sur de EEUU.
Tras confesar que es médico por vocación y que está feliz de serlo, el presidente uruguayo subrayó el "orgullo profesional" que siente al desempeñar día a día su labor, dado que su condición de jefe de estado no le impide atender semanalmente a sus pacientes en la mutualidad de Montevideo donde trabaja desde hace años.
Indicó que no comprende a aquellos que consideran que los médicos, en su cualidad de científicos, se insensibilizan ante las enfermedades desde el momento en que conviven con ellas.
"Nos miran como si no tuviésemos capacidad de sentir, como si debiéramos mantenernos ajenos y no nos doliera el sufrimiento del prójimo". "Mi deseo es que la medicina se libere del manto de ciencia lúgubre que la cubre", añadió.
En su discurso titulado "Humanismo médico", Vázquez apuntó que para ser un buen doctor hay que ser primero "buen ciudadano", y remarcó que hay que luchar para que la salud sea un derecho totalmente universal.
Según las últimas cifras oficiales a las que se refirió el presidente, en nuestro país son actualmente más de 13.000 los profesionales que ejercen la medicina, lo que equivale a un médico por cada 252 uruguayos.