El estudio ha mostrado que las pacientes que cambian tras dos o tres años de tratamiento de tamoxifeno a exemestano tienen un 31% más de posibilidades de supervivencia libre de enfermedad.
Tras la publicación del trabajo, la American Society of Clinical Oncologist y la National Comprehensive Cancer Network actualizaron sus guías de tratamiento e incluyeron la utilización de exemestano como tratamiento adyuvante de cáncer de mama.
El estudio IES031 incluyó a 4.700 mujeres posmenopáusicas con receptores de estrógenos positivos que fueron observadas durante una media de 35 meses. Las pacientes que recibieron exemestano experimentaron una disminución en el riesgo de recaída frente a aquellas que continuaron con tamoxifeno. Además, el tratamiento con este inhibidor de la aromatasa se asoció a una disminución en la aparición de tumores locales y a distancia y de aparición de cáncer de mama contralateral.
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