Aunque parezca mentira, el asma y la limpieza pueden ser una mala yunta. Al menos así lo demostró un estudio médico que estableció que uno de cada cinco nuevos casos de asma están relacionados con la utilización de productos de limpieza en la casa.
El sonido del pssssit del aerosol quedó hoy puesto en evidencia en Copenhague, la capital de Dinamarca. Hasta ésta —una de las ciudades más desarrolladas del mundo, con sus calles recortadas con canales— llegaron de todos los rincones del planeta especialistas en vías respiratorias para su encuentro anual. Y en el primer día de reunión del 15vo. Congreso de la ERS (European Respiratory Society) se conoció uno de los muchos estudios que sobre el asma se estuvieron realizando en los últimos tiempos.

Tal fue el caso del equipo del Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona que puso en el ojo de la prevención a las tareas domésticas. Lo hizo después de nueve años de analizar a una comunidad de 4.200 europeos de diez países.

Al comenzar el análisis de estas personas estudiadas, 3.500 no sufrían la dolencia que padece entre el 4 y el 6 por ciento de la población mundial.

Entonces, en el tiempo transcurrido para el análisis, se estableció que los sprays que se usan para la limpieza o para aromatizar los ambientes pueden ayudar a desarrollar la enfermedad. A esta altura conviene recordar que el asma es una inflamación crónica de la vía aérea y que posee un desarrollo por ahora imprevisible: nadie puede determinar cuándo va a comenzar y con qué frecuencia se va a repetir (ver infografía).

Con estas incógnitas sobre la camilla, la comunidad científica especializada está tratando de determinar las causas que la provocan y, por otra parte, intentando controlar la enfermedad. Por eso, en estos días en Copenhague se verán varios de los resultados de los estudios y se discutirán los pasos a seguir en cuanto a tratamientos.

Uno de estos ejemplos de las novedades es esta investigación que demostró que la incidencia del asma aumenta con la utilización frecuente de los sprays para limpiar la casa.

Las cifras que Jan-Paul Zock, jefe de la investigación, presentó en el Congreso muestran que el riesgo de realizar una crisis asmática es 40 por ciento mayor entre los individuos que, además de tener una propensión genética natural, realizan de una a tres veces por semana las tareas de limpieza, contra los que presionan el piquito del aerosol una vez por semana.

"Es la primera vez que un estudio demuestra que los sprays domésticos pueden provocar asma", aclaró el investigador. "De nuestro análisis se desprende que entre el 11 al 18 por ciento de los nuevos casos de asma se podrían atribuir al uso frecuente de estos productos", concluyó.

Aunque todos los sprays para limpiar contienen pequeñas partículas que penetran fácilmente en los pulmones y pueden provocar la irritación de los bronquios, no todas tienen la capacidad de desencadenar asma, también diferencia el estudio.

Es así que los resultados expuestos en Copenhague indican que los desodorantes de ambiente, lo mismo que los sprays para limpiar muebles y vidrios, son los que tienen mayor riesgo relativo de tener un efecto asmático (entre 1.3 a 1.7).

Pero, advierten los científicos, no sólo estos productos hogareños pueden desencadenar la enfermedad. "Otras sustancias para limpiar como las que contienen amoníaco tienen un riesgo relativo alto (de 1.4)", aclaró Zok.

El estudio fue presentado como una prueba científica que ratificó la intuición de muchos pacientes sobre determinadas sustancias.

En la misma línea, y también el mismo día, se conoció otra investigación que coincidió en el escenario de experimentación: la casa.

Remodelación del hogar

Esta vez fue un equipo conjunto de la Universidad de Birmingham, en el Reino Unido, y el Instituto Finlandés de Medicina de Trabajo de la Universidad de Helsinki. Ellos determinaron que los trabajos de remodelación hogareños pueden ser otra de las causas que desencadenan la aparición del asma.

En esta oportunidad, el estudio comparó durante tres años a 521 individuos que desarrollaron la enfermedad. Los casos se dieron más entre los que usaron enduidos para el techo, donde las posibilidades aumentaban un 26%. Con parte de la vida cotidiana examinada por los científicos hoy continua la reunión en la ciudad en que las bicicletas son mayoría y el cielo se ve limpio y claro. Lo único que quita el aire a un argentino son los precios. Una gaseosa 17 pesos.

Gran incidencia en la Argentina

Se estima que en el país hay alrededor de 3 millones de personas asmáticas: el 8% de los adultos y el 13% de los chicos. El dato más preocupante es que sólo el 5% de las personas sabe que tiene la enfermedad.

Los especialistas afirman que en el 85% de los casos de asma, hay un origen alergénico. Por eso, señalan que es necesario identificar la causa de la alergia y evitar el contacto con ácaros del polvo doméstico, hongos en casas con humedad, o con pelos de animales.

Según estudios recientes, el 62% de los chicos asmáticos argentinos debieron faltar a la escuela debido a la enfermedad. Y el 20% de los adultos con asma se ausentaron al menos un día a sus trabajos.