Todos los autores son reconocidos médicos del Hospital de Clínicas de la UBA La obra actualiza información sobre cómo "revisar" a un paciente en la consulta
"No es tan importante cómo el paciente le relata al médico lo que siente, sino cómo piensa el médico... Este no puede pretender en muchas patologías hacer un diagnóstico sólo por lo que le cuenta el paciente en la consulta, ya que como éste no sabe medicina suele ser muy disperso y une señales que nada tienen que ver unas con otras... Pero es ahí donde entra el arte del razonamiento clínico."
Mientras el doctor Horacio Argente habla, su colega Marcelo Alvarez confirma con un movimiento de cabeza lo que escucha. Ambos docentes de la carrera de medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) trabajan desde hace años desde la cátedra de Medicina Interna para que los alumnos no pierdan de vista el objeto esencial de la práctica médica: el paciente.
Este objetivo los llevó a actualizar la literatura disponible sobre las técnicas que se utilizan en el consultorio para realizar el examen clínico. Lo lograron, después de cinco años de coordinación de 78 reconocidos expertos del Hospital de Clínicas y docentes de la UBA.
"Casi todos los libros de semiología, que es el estudio de las formas en que se presentan las enfermedades (signos, síntomas y síndromes), tienen información científica desactualizada y, por lo tanto, poseen una utilidad relativa para alumnos y médicos", puntualiza Argente, jefe de trabajos prácticos de Medicina Interna y coautor del libro Semiología Médica. Fisiopatología, semiotecnia y propedéutica. Enseñanza basada en el paciente (Editorial Médica Panamericana, 2005).
Curiosidades pasadas
Con este nuevo texto quedan atrás curiosidades "históricas" de la práctica profesional, que todavía se leen en los textos de la facultad. Por ejemplo, una maniobra para detectar enfermedades pulmonares con la ayuda de una cuerda con una plomada sobre el pecho del paciente.
En sus más de 1500 páginas, el libro insiste en el cuidado de la relación entre el médico y el paciente, además de proporcionar guías (con la descripción de 367 casos prácticos) para elaborar un adecuado razonamiento clínico que lleve al diagnóstico.
"Es lo que le permite a un médico unir lo que la persona le cuenta con lo que observa en el examen físico y poder armar el diagnóstico, pedir exámenes complementarios o iniciar una terapia -define el doctor Alvarez, profesor adjunto de Medicina Interna-. En medicina, se ha perdido el concepto del paciente como sujeto, al que hay que acompañar y escuchar. La enfermedad no es una mera falla biológica en una maquinaria, sino la pérdida del proyecto de vida, por lo que hay que acercarse lo más posible a la persona para encontrar su dolencia."
El arte de curar
A pesar de que cada vez la medicina cuenta con máquinas más modernas para el estudio de los pacientes, es habitual escucharlos quejarse sobre la atención que reciben.
"La tecnología nunca va a poder reemplazar el componente humano de la atención médica y el arte de curar -opina el especialista-. La semiología es la materia de la carrera de medicina que justamente se ocupa de que los alumnos entren en contacto con los pacientes."
Es que para saber "leer al paciente", como lo resume en el prólogo de la obra el rector de la UBA, doctor Guillermo Jaim Etcheverry, es indispensable la interacción entre los médicos y los pacientes. "Es que, más allá de la ciencia y la técnica que rodean al acto médico, éste es, en esencia, un modo de relacionarse con el otro. Es un acto humano, un vínculo entre personas", escribe Jaim Etcheverry.
Y el doctor Argente resume bien el objetivo del libro: "Tratamos de no hacer una mera enunciación de signos y de síntomas o de maniobras para palpar el hígado o auscultar los riñones -dice el coautor-. Existe una infinidad de factores en el sistema de salud que hoy atentan contra una relación médico-paciente como la que planteamos, pero los médicos hacemos todo lo que podemos..."
Por Fabiola Czubaj