Este desorden, que los antiguos griegos atribuyeron a un malestar digestivo, se caracteriza
por un temor irracional a padecer o contraer enfermedades. En cierta forma, a veces también se transforma en un miedo a la muerte. Signos del cuerpo que no deberían preocupar en exceso se interpretan como posibles tumores o afecciones de gravedad, por ejemplo.
Según algunas estimaciones, uno de cada diez pacientes presenta este cuadro. Sin embargo, muchos no realizan consultas por temor a que les confirmen la enfermedad que creen padecer.
"Si el médico desestima al paciente hipocondríaco, es muy probable que retorne una y otra vez para hacer la consulta. Es importante que el doctor lo contenga y trate de no ahuyentarlo" sostuvo Alberto Mendes, psiquiatra y sanitarista en salud mental.
Pantalla de otros trastornos
¿Cuáles son las personalidades propensas a obsesionarse con su salud?. Se puede dar en cualquiera pero son más propensos aquellos que tienen trastornos de inseguridad, ansiedad, sentimientos de desamparo o desprotección, explicó José Eduardo Abadi, psiquiatra y psicoanalista.
Asimismo, la historia personal, como en cualquier otro caso, también es determinante. "El crecimiento dentro de un contexto familiar fóbico, por ejemplo, puede fomentar su aparición" agregó.
Signos que definen al enfermo imaginario
Los especialistas consultados señalaron que los factores a tener en cuenta para detectar al hipocondríaco son la intensidad con que manifiesta sus sospechas y la falta de correspondencia entre lo que el paciente indica y lo que presenta físicamente.
Como tratamientos se recomienda realizar algún tipo de terapia y en los casos en que los niveles de angustia son muy altos se puede llegar a indicar medicación.
Algunos hipocondríacos famosos
Marcel Proust
Charles Darwin
Immanuel Kant
Hans Christian Andersen (autor de "El patito feo" y "Pulgarcito")
Virginia Lauricella
De la Redacción de LA NACION LINE
vlauricella@lanacion.com.ar
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