Tabaquismo

Estudian cómo desactivar en el cerebro la adicción a la nicotina

Intervinieron en un área ubicada en la base del cerebro. Allí actúan receptores que activan el proceso de las adicciones. Se abre el camino para futuras drogas o terapias que bloqueen estos mecanismos.

Valeria Román

La mayoría de los fumadores escucharon que el cigarrillo es nocivo para su salud. Y saben que vivirán en promedio 10 años menos que los no fumadores. Sin embargo, el conocimiento no basta: la nicotina —uno de los 4.000 químicos encontrados en el humo de los productos del tabaco— les gana de mano. Los vuelve adictos.

Ahora, un grupo de científicos de Francia, liderados por Jean-Pierre Changeux, del Instituto Pasteur, descubrió cómo desactivar y después restaurar a ciertas proteínas de las células nerviosas del cerebro que ayudan a que la nicotina genere adicción. Un sólido paso hacia el encuentro de tratamientos que bloqueen específicamente la necesidad constante de fumar.

Cuando se fuma un cigarrillo, la nicotina se distribuye rápidamente por todo el cuerpo. Y llega al cerebro a los 10 segundos de haber sido inhalada. Como se prevé que el tabaquismo provocará la muerte de 100 millones de personas en el mundo durante este siglo, la cuestión es entonces aclarar cuanto antes los mecanismos de la adicción.

La nicotina —se sabía— logra pegarse a receptores llamados acetilcolina nicotínicos que están en la superficie de las células nerviosas del cerebro. Esos receptores están formados por varias subunidades. Lo que hicieron ahora los franceses es concentrarse en una de esas subunidades, desactivarla y volver a activar, un trabajo que publican hoy en la revista británica Nature.

Así, con experimentos en ratones y por medio de técnicas de ingeniería genética, demostraron que esa subunidad "cumple un rol fundamental para desencadenar la adicción al cigarrillo", explicó a Clarín Ramón Oscar Bernabeu, investigador del Conicet en el Instituto de Biología Celular y Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UBA.

Los investigadores franceses diseñaron ratones que no disponían de las subunidades llamadas "Beta 2". Y así probaron que esos ratones no se volvieron adictos cuando fueron expuestos a la nicotina, como sí lo hicieron los animales que sirvieron de control con células sin alterar.

Más tarde, los científicos les inyectaron a los animales alterados un nuevo material genético en un área específica del cerebro (la tegmental ventral). Lo hicieron por medio de un virus.

Así, la inyección permitió contar con una proteína que produce la subunidad que a los ratones les faltaba desde su origen. Y los animales pasaron a ser adictos a la nicotina.

Para probar la adicción, los científicos pusieron a los ratones en cajas especiales que tienen dos palancas. Si los ratones accionaban una de esas palancas, conseguían cantidades pequeñas de nicotina.

"El estudio de Changeux es significativo —opinó el investigador Bernabeu—, porque prueba que la presencia de la subunidad Beta 2 en los receptores celulares es crucial para que se produzca la adicción". Pero enseguida el científico —que trabaja en cómo hacer para que los ex fumadores no reincidan— enfatizó en que todavía faltan más estudios para esclarecer la complejidad de la adicción al cigarrillo.

"La meta de este tipo de estudio es desarrollar algún tipo de terapia que bloquee en el cerebro alguna de las vías específicas que contribuyen a la adicción", indicó. Aunque no será algo sencillo. "Algunas áreas del cerebro cumplen varias funciones simultáneamente. Entonces, podríamos tener una droga que bloquee la adicción a la nicotina, pero —como efecto colateral— podría volver depresivos o esquizofrénicos a los ex fumadores". Entonces, cuantos más detalles se sepan de la adicción, se podrían alcanzar drogas más específicas. En la actualidad, ya hay algunos tratamientos farmacológicos disponibles, como el ibupropión.

Además, el argentino señaló que, como no se pueden hacer experimentos en humanos, se trabaja con ratones en el laboratorio, donde las condiciones ambientales pueden controlarse más. En cambio, en los fumadores hay otros factores en juego. "La ansiedad y el estrés —dijo— son factores que también intervienen en la adicción."