Un estudio publicado en la revista Analytical Chemistry describe cómo el resveratrol, un producto natural que se encuentra principalmente en la uva y en el vino, se une con las lipoproteínas de baja intensidad (LDL) humanas después de un consumo moderado de vino. Este descubrimiento podría potenciar los efectos antiarterioscleróticos del resveratrol descrito in vitro, aseguran los expertos de la UB.
Los expertos, del Grupo de Investigación de Antioxidantes Naturales y Polifenoles del Departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la UB, de los Servicios Cientificotécnicos de la UB y del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM) de Barcelona y de la Universidad de Viena, han analizado la «unión de polifenoles del vino con LDL humanas in vivo». Se trata, aseguran los expertos, de la primera vez que un trabajo identifica las LDL como estructuras diana para el resveratrol.
En opinión de Mireia Urpi-Sardà, una de las investigadoras, el contenido de resveratrol es más abundante «en la variedad merlot de los vinos negros». El ensayo clínico se ha llevado a cabo con un grupo de once personas voluntarias, a las que se les ha aplicado una dieta especial con consumo moderado de vino de esta variedad. Los investigadores han elaborado un método de cromatografía de líquidos acoplado a la espectrometría de masas en tándem de elevada sensibilidad para detectar y cuantificar la presencia del resveratrol y sus metabólitos.
Otra de las novedades que ofrece el estudio es que no todo «el mundo absorbe los polifenoles de manera similar», sino que se constatan diferencias entre individuos. Esto explicaría, aseguran los expertos, que exista cierta variabilidad que determina la respuesta diferente de cada persona frente al consumo moderado de vino. El hallazgo de la interacción entre los polifenoles y las LDL humanas abre una nueva visión en lo que se refiere al estudio de la actividad antioxidante de los polifenoles del vino.
Los expertos prevén realizar más estudios encaminados a adaptar y optimizar la nueva metodología para estudios epidemiológicos de los efectos del consumo de vino en la población. Otra idea es potenciar el diseño de nuevas tecnologías para aumentar los compuestos fenólicos en el vino, como la maceración pelicular, y aplicar la metodología en estudios de otras variedades de vino blanco.