El glaucoma primario de ángulo cerrado (agudo) (GPAC) es una afección que, potencialmente, puede llevar a la ceguera. La incidencia del GPAC es alta, en especial, en Asia Oriental. Se trata como una emergencia oftálmica, el tratamiento más común es la reducción de la presión intraocular (PIO) con medicación, seguida de iridotomía láser periférica (ILP). La eficacia de la ILP como tratamiento para disminuir a largo plazo la PIO ha sido reportada en ojos caucásicos. Sin embargo, los asiáticos han mostrado responder menos favorablemente, con una mayoría de casos que presentan aumentos de la PIO y necesitan tratamiento medicinal, a pesar de la ILP. Estos incrementos se dan en los primeros seis meses, por lo cual hay que controlar este período inicial.
Distintas razones pueden ser responsables del aumento significativo de la PIO. El episodio inicial de GPAC puede haber causado daño trabecular, posiblemente, por la inflamación o aposición del iris a la malla trabecular. El estrechamiento progresivo del ángulo y la formación de sinequia anterior periferica (SAP), que lleva al cierre del ángulo, es otra posibilidad. Esto puede suceder a pesar de haberse practicado una ILP.
La finalidad de este estudio es la evaluación prospectiva de los cambios gonioscópicos en el ángulo de drenaje durante el primer año. Se realizaron comparaciones antes y después de la ILP y se relacionaron los cambios en el ángulo con el aumento de la PIO. Los resultados del estudio proporcionan nueva información acerca del GPAC.
Pacientes y métodos:
Participaron 44 pacientes asiáticos con GPAC. Se trató el GPAC con terapia medicinal seguida de ILP. Se realizaron gonioscopías estáticas y dinámicas en el ojo con GPAC y en el otro ojo antes de la ILP (línea base), a las dos semanas, cuatro meses y doce meses. Se midieron los ángulos en cada cuadrante de acuerdo con el sistema propuesto por Shaffer, y se registró la hora del reloj de la sinequia anterior periférica (SAP). Los pacientes que fueron sometidos a cirugía intraocular, en algún momento del seguimiento, fueron excluídos del estudio. Se tomó nota en cada visita de la presión intraocular y del tratamiento medicinal y se relacionaron los cambios gonioscópicos con el aumento de la PIO que demandó tratamiento medicinal.
El presente es el primer estudio que investiga prospectivamente los cambios en la configuración del ángulo después de un episodio de GPAC. Los resultados indican que la ILP logra abrir el ángulo en ojos afectados por GPAC, en las dos primeras semanas siguientes a la intervención. El ángulo queda luego estable durante un año. Más importante aún, no hubo aumento de la SAP durante el período del estudio, lo que indicaría que aunque la ILP no es efectiva para revertir la SAP, no se produce un cierre progresivo sinequial del ángulo. Esto demuestra la eficacia de la ILP para mantener la configuración del ángulo luego de un GPAC, en los asiáticos.
Al comienzo del estudio, la apertura media del ángulo fue similar en ambos ojos, el afectado y su par. El grado de SAP observado, sin embargo, fue, significativamente mayor en los ojos afectados. Esto indicaría que el cierre del ángulo sinequial es un mecanismo importante en esta población, asimismo, podría reflejar un proceso de agudo a crónico de la enfermedad.
Es interesante observar que lo ángulos continuaron abriéndose durante los primeros cuatro meses después de la ILP y que esta tendencia perduró hasta doce meses en los ojos no afectados. No ocurrió lo mismo con los ojos afectados. Se especula que cierto grado de alteración estructural permanente producido por el GPAC impide que el ángulo se abra en estos ojos. La eficacia de la ILP para abrir el ángulo y prevenir la formación de la SAP, avala la realización de ILP profiláctica en los ojos no afectados por el GPAC.
Después de 12 meses de seguimiento, 19 de los 44 ojos afectados (43,2%) presentaron un aumento crónico de la PIO a pesar de la ILP, la mayoría se produjo en los primeros 4 meses. Como se informó en estudios anteriores, la elevación significativa de la PIO suele manifestarse tempranamente. La medición Shaffer media fue bastante más baja y el grado de SAP mayor en ojos que necesitaron medicación (esto no fue estadísticamente significativo), pero no se modificaron con el tiempo. La falta de modificaciones en la apertura del ángulo o SAP en estos ojos indica que intervienen otros factores en el aumento de la PIO, tales como daño estructural o inflamatorio del ángulo. También es posible que el daño del ángulo causado por el GPAC fuera tal que no es suficiente la iridotomía para controlar la PIO. Como no se realizaron evaluaciones en detalle del perfil del iris ni biomicroscopía ultrasónica, no podemos asegurar que no existieran casos de iris en meseta, lo que también causa elevación de la PIO.
Conclusiones:
En ojos asiáicos con GPAC, el ángulo se abre durante las primeras dos semanas posteriores a la ILP, pero no se modifica de ahí en más durante un año, y el grado de SAP permanece estable. Los resultados muestran la efectividad de la ILP para prevenir el cierre progresivo del ángulo durante el primer año después de producido el GPAC.