El dolor óseo severo es una complicación frecuente de las metástasis óseas. Al respecto, Galasko (1972) indica que 65% de los pacientes con metástasis óseas por cáncer de seno experimenta dolor. Esta clase de algia se debe probablemente a reabsorción ósea por osteoclastos inducida por el tumor, que también puede producir osteoporosis, hipercalcemia, microfracturas o fracturas patológicas (Ascari, Attardo- Parrinello y Merlini, 1989).
Los bifosfonatos, como etidronato, pamidronato y clodronato, son análogos de los pirofosfatos endógenos, los cuales inhiben la reabsorción ósea in vivo (Fleish, Russell y Francis, 1969). El etidronato, el clodronato y el pamidronato están disponibles para el manejo de la hipercalcemia por neoplasias. Por su parte, reportes anecdóticos y ensayo clínicos han demostrado que existe una mejoría en el dolor óseo y una disminución en el uso de analgésicos después de la iniciación de un bifosfonato (Delas, Charhon y Chapuy, 1982; Elomaa, Blomqvist, Grohnmetal. 1983). Algunos investigadores han descrito hallazgos similares (Ascari, Attardo-Parrinello y Merlini, 1987; Van Loteen Verzantvoort, Zwinderman, Aaronson, et al. 1991), mientras que Smith (1989) no reportó ninguna diferencia en el alivio sintomático o en el requerimiento de analgésicos en 57 pacientes con cáncer prostático avanzado refractario a tratamiento hormonal que recibieron etidronato o placebo.
El avance de la medicina paliativa durantes los últimos años ha permitido evaluar a pacientes con enfermedad avanzada y, al mismo tiempo, ha enfrentado problemas que conducen al desarrollo e incorporación de nuevas armas terapéuticas.A continuación presentamos una visión sobre cuál es el tiempo necesario para utilizar un bifosfonato.
El manejo de las complicaciones óseas por cáncer puede incluir analgésicos, cirugía, radioterapia o bifosfonatos. El objetivo es disminuir el dolor y la morbilidad para mejorar tanto la calidad de vida como la movilidad, por lo que todos ellos son tratamientos paliativos. Mediante la radioterapia se logra un rápido control del dolor sólo sobre lesiones loales; con ayuda de la cirugía ortopédica se estabilizan las lesiones óseas y se reduce la posibilidad de fractura y dolor, en tanto que la acción citorreductora de la quimioterapia u hormonoterapia disminuye la probabilidad de que surjan eventos óseos.
Únicamente con el uso de bifosfonatos se mejora la calida de vida y el índice de sobrevida, (9-10) y decrece la incidencia de complicaciones óseas (11-14) y el tamaño tumoral. (15) De ahí que sea éste el tratamiento estándar de hipercalcemia por malignidad. Una de las dificultades a resolver en este caso es el desarrollo de metástasis ósea, que se suele presentar en 80% de los pacientes con cáncer de mama y próstata, complicándose con dolor óseo, fracturas, patologías e hipercalcemia (20 – 40%). (1)
Dentro del grupo de enfermedades oncológicas donde se utilizan los bifosfonatos la posibilidad de eventos óseos está entre 95 y 100%; el porcentaje en cáncer de mama fluctúa entre 65 y 95% y en el cáncer de próstata entre 65 y 95%. (1) Los sitios más comunes de compromiso óseo neoplásico son las costillas, pelvis ósea, cráneo y miembros superiores, donde a veces se producen lesiones osteoblásticas o mixtas. En relación con mieloma múltiple EC III, se sabe que 90% de los pacientes presenta compromiso óseo en algún momento de su enfermedad, que 80 por ciento cursa con dolor óseo y que 30% sufre hipercalcemia por malignidad (HCM). (2) En cáncer de mama y próstata, 60% del grupo de pacientes con enfermedad ósea experimenta fracturas patológicas, (3) mientras que la enfermedad ósea se desarrolla en 70% de las personas con compromiso óseo.
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*Algólogo-Oncólogo del Hospital Almenara. Lima, Perú