Una matriz repara el tejido infartado

Operación pionera

LA PLATA.- El implante de una matriz extracelular que regenera el corazón de un paciente infartado fue realizado con éxito en el hospital provincial Presidente Perón, de Avellaneda.

Esta práctica quirúrgica, que no presenta antedecente en humanos, fue realizada el jueves último y estuvo a cargo de un equipo de cardiocirujanos conducido por Jorge Trainini, director del hospital, y Juan Carlos Chachques, médico argentino miembro del hospital George Pompidou, de París.

"Antes, las células quedaban libres en el miocardio, ahora se colocan con una plataforma de colágeno que es una matriz que circunscribe geométricamente el regeneramiento de las células", explicó ayer Trainini a LA NACION.

Así, las células toman la forma de la base que se coloca en el área inerte del corazón. "Esto sirve para replicar la geometría y el volumen que tiene este órgano y, por otra parte, las células se nutren con esta técnica repitiendo lo que ocurre en la naturaleza, ya que el corazón tiene células y un tejido de colágeno", precisó.

Los profesionales brindaron una conferencia de prensa junto al ministro de Salud provincial, Ismael Passaglia, y al agradecido paciente, Osvaldo Acerbo, de 53 años, oriundo de Martín Coronado y que, según se informó, en 48 horas será dado de alta. Las numerosas experiencias realizadas en animales resultaron positivas y demostraron que la técnica mejora la sobrevida de las células implantadas y contribuye a la remodelación del ventrículo.

La cirugía realizada en Avellaneda integra el proyecto Magnum, un trabajo de cooperación franco argentina entre el nosocomio bonaerense y el Centro Pompidou. Ahora, según se informó, se harán experiencias similares en España, Italia y Francia.

"Estoy en perfectas condiciones, muy emocionado y con una enorme gratitud hacia todos los que han trabajado sobre mi cuerpo", dijo ayer Acerbo durante la conferencia de prensa. Consultado sobre si la intervención le cambió la vida, dijo: "Aún es prematuro, pero puedo asegurar que me abrió una puerta".

Pablo Morosi