Al mismo tiempo, investigadores del Massachusetts General Hospital de Boston destacan que la pérdida de peso reduce el riesgo de la citada enfermedad.
Sus resultados se basan en los datos de participantes del Health Proffesionals Follow-up Study, que reclutó a más de 47.000 individuos, que fueron entrevistados por primera vez en 1986, cuando tenían entre 40 y 75 años de edad. En 1998 se habían diagnosticado 730 nuevos casos de gota.
Los resultados indican que las personas obesas tienen 4 veces más riesgo de desarrollar gota que las de peso normal. La hipertensión arterial multiplica el riesgo por 2,31 y los usuarios de diuréticos por 1,77.
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Archives of Internal Medicine