Antecedentes y Objetivos:
Un año de Lamivudina para la hepatitis crónica B da lugar a la mejoría histológica. Apuntamos a determinar el impacto histológico del tratamiento a más largo plazo.
Métodos:
Los juegos de 3 biopsias de hígado, a partir de 63 pacientes antes y después de 1 año de tratamiento randomizado de lamivudine y después de 2 años siguientes de tratamiento con registros a la vista, fueron asignados scores del índice de actividad histológica bajo código.
Resultados:
Al final del primer año, 36/63 (57%) mostraron dos puntos de mejoría y 24/63 (38%) no tuvieron cambios en la actividad necroinflamatoria, después de dos años más de Lamivudina, 38/63 (60%) seguían siendo estables y 12/63 (19%) continuaron su mejoría. El empeoramiento ocurrió en proporciones similares de pacientes con y sin variantes YMDD (tirosina, metionina, aspartato, aspartato). Después de 3 años de tratamiento con Lamivudine, 35/63 (56%) pacientes mostraron mejoría, 21/63 (el 33%) ningún cambio, y 7/63 (11%) empeoraron. Aquellos sin variante YMDD, comparado con aquellos con variantes YMDD eran más probables que mejoraran, (17/22 (77%) vs 18/41 (44%) y menos probable a desmejorarse (1/22 (5%) vs 6/41 (15%)). Los pacientes con variantes YMDD por más de 2 años fueron los de menor probabilidad de mejorar (8/22 (36%). La fibrosis en puente mejoró en un nivel en 12/19 (63%), y la cirrosis mejoró (score de 4 a 3) en 8/11 (73%). Solamente 1/52 (2%) mostró progresión a la cirrosis, y 3/34 (9%) mostró progresión hacia fibrosis en puente (todos con variantes YMDD).
Conclusión:
Tres años de terapia con Lamivudina reduce la actividad necroinflamatoria y revierte la fibrosis (incluyendo la cirrosis) en la mayoría de los pacientes. La aparición de variantes YMDD alteran la respuesta histológica; por lo tanto la duración prolongada de las variantes YMDD puede requerir
terapias adicionales para mantener los beneficios histológicos del tratamiento.