El estudio señala que ciertas combinaciones de genes que codifican los receptores de las llamadas células asesinas naturales aumentan el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
Según los autores, más del 95% de este tipo de tumores está asociado con el virus del papiloma humano (HPV) que establece infecciones crónicas en el tracto genital. En las lesiones cervicales de HPV positivas, se han encontrado las células inmunes, llamadas células asesinas naturales (NK), conocidas en parte por su capacidad para destruir las células tumorales, y podrían ayudar a determinar los resultados de una infección del virus y la potencial progresión del cáncer.
Los científicos explican que la activación de estas células depende del equilibrio entre señales activadoras e inhibidoras producidas por un grupo de receptores proteínicos llamados receptores de las células asesinas similares a la inmunoglobulina (KIR). Estos receptores se unen a sus proteínas compañeras que son producidas en casi todos los tipos de células.
Los investigadores descubrieron que las mujeres que tienen más señales inhibitorias que activadoras tuvieron un menor riesgo de cáncer cervical, lo que sugiere que la activación de las células NK contribuye a la progresión del cáncer. La activación de las células NK puede aumentar la inflamación local que ha sido asociada con la progresión de otros tipos de cáncer, incluyendo el de estómago y próstata. Lo que aún desconocen los expertos es cómo la inflamación podría promover el cáncer cervical.
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Rockefeller University
Journal of Experimental Medicine