Estudio de cohorte

Características del ciclo menstrual en mujeres con miomas uterinos

Los miomas uterinos son los tumores benignos del músculo liso del útero y tienen una prevalencia del 3 al 20%.

Autor/a: Dres. Marino JL, Eskenazi B, Warner M, Samuels S, Vercellini P

Fuente: Hum Reprod. 2004 Oct;19(10):2350-5. Epub 2004 Jul 08

Indice
1. Características del ciclo menstrual
2. Desarrollo
3. Bibliografia

La presencia de miomas en la ecografía no se asoció con un cambio en la duración de los ciclos menstruales (P =0.40) ni en la duración del sangrado (P =0.90) y no varió luego de ajustar por distintas covariables (edad, BMI, tabaco, paridad, tiempo de uso de los anticonceptivos o el antecedente de uso de DIU). La presencia de un mioma se asoció con menos flujo menstrual [odds ratio (OR) =2.4, IC 95% 1.2-5.1] y un sangrado abundante (OR =1.8, IC95% 1.0-3.1) pero al ajustarlo por las covariables, esta relación permaneció elevada pero no fue significativa (OR para poco sangrado =1.9, IC 95% 0.8-4.3; OR para sangrado abundante =1.3, IC 95% 0.7-2.5).

Características del ciclo menstrual en relación al número y tamaño de los miomas uterinos

Entre las 73 mujeres con miomas, el número promedio de miomas por mujer fue de 1.6 (DS = 0.9); 45 mujeres (62%) presentaron un mioma y 28 (38%) tuvieron más de uno. La duración del ciclo y del sangrado y la cantidad del mismo no varió de acuerdo al número de miomas (P>0.20, en todas las comparaciones).
El promedio en el volumen de los miomas fue de 4.4 cm3 y de la suma de los miomas fue de 6.6 cm3. Ninguna de estas medidas se relacionó con algún cambio en la duración del ciclo y del sangrado y en la cantidad del mismo.

Características del ciclo menstrual en en relación a la localización y la posición de los miomas uterinos

No se encontraron cambios en la duración del ciclo y en la cantidad del sangrado en relación a la localización del mioma así sea subseroso o intramural o que estuviera en el plano anterior o posterior.

Discusión

Este estudio evaluó la asociación entre la presencia de miomas y los cambios en el ritmo y la duración de los ciclos menstruales en una población que no consultó al médico. La prevalencia de miomas fue del 21.4% en mujeres premenopáusicas que no estaban embarazadas ni amamantando ni utilizando anticonceptivos orales ni tenían colocado un DIU. Esta prevalencia fue similar al 20% citado previamente en la literatura (Graves, 1933 ; Borgfeldt y Andolf, 2000 ), pero seguramente es mayor porque se excluye a las mujeres que presentaban miomas y fueron histerectomizadas. De hecho, de las 29 mujeres que fueron excluidas por haber tenido una histerectomía, el 90% fueron operadas por un mioma.

En este estudio no se encontraron cambios en la duración del ciclo y en la cantidad del sangrado en relación a la presencia, número y volumen del mioma. Estos hallazgos coincidieron con algunos trabajos previos (Cramer et al., 1995 ; Sato et al., 2000 ; Faerstein et al., 2001 ), pero no con otros (Clevenger-Hoeft et al., 1999 ; Chen et al., 2001 ; Wegienka et al., 2003 ). De la misma manera, aunque algunos trabajos (Akkad et al., 1995 ; Clevenger-Hoeft et al., 1999 ), pero no todos (Wegienka et al., 2003 ), sugirieron que la localización del mioma podría tener un rol en la severidad de los síntomas menstruales, no encontramos una asociación entre las en características del ciclo menstrual y la localización (subseroso o intramural) o la posición (anterior o posterior) del mioma.
Estos hallazgos probablemente difieren de estudios previos basados en mujeres que consultan ya que las mujeres con irregularidades menstruales generalmente consultan. Sin embargo, los resultados también son diferentes al otro trabajo basado en la población general. En ese estudio, Wegienka et al. (2003)  encontraron que las mujeres con miomas tenían pérdidas más abundantes.

Este trabajo se realizó en una población caucásica que tiene un menor riesgo de tener miomas (Kjerulff et al., 1996 ; Baird et al., 2003 ). Por lo tanto, no se pudo comparar según la raza. Es posible que las diferencias existan en la genética (Kitawaki et al., 2001 ; Sato et al., 2002 ) y otros aspectos biológicos de los miomas que pueden afectar las características menstruales (Roth et al., 2003 ).

En conclusión, basados en este estudio, no se encontraron alteraciones en la duración del ciclo menstrual y la duración y cantidad del sangrado. No hubo diferencias relacionadas con el número, volumen ni localización del mioma. La asociación de los miomas con el ciclo menstrual se ha basado principalmente en trabajos previos sobre mujeres candidatas a histerectomía. Dado que las mujeres asintomáticas no consultan, la asociación de los miomas con las alteraciones del ciclo menstrual en la población general ha sido sobre estimada.