Durante las dos últimas décadas los betabloqueantes tópicos han sido el principal tratamiento utilizado contra el glaucoma. Frecuentemente, se prescriben como tratamiento a pacientes con presión intraocular (PIO) elevada. Dado que el glaucoma es una enfermedad crónica y progresiva, muchos pacientes requieren de un tratamiento adicional para lograr el control de la PIO.
La solución oftálmica de la combinación fija de dorzolamida/timolol, es un tópico inhibidor anhidrasa carbónica combinado con un betabloqueante no selectivo. Según estudios clínicos, el efecto de disminución de la PIO de esta preparación combinada es comparable a la administración concomitante de dorzolamida y timolol, y el efecto es aún mayor que el de cada uno de los componentes utilizado por separado.
La brimonidina es un agonista adrenoreceptor alfa2, que ha sido aprobado para la utilización en pacientes con glaucoma de ángulo abierto e hipertensión ocular. Comúnmente, la brimonidina es utilizada como monotratamiento y administrada concomitantemente con otras medicaciones contra glaucoma, inclusive los betabloqueantes.
Tanto pacientes como médicos, se encuentran frente a una diversidad de opciones terapéuticas cuando el monotratamiento con betabloqueantes no alcanza para tratar adecuadamente la PIO. La combinación fija de dorzolamida/timolol o la administración adicional de brimonidina, son dos de estas opciones, pero existen pocos estudios comparativos de ambos tratamientos. Tampoco existe información que compare la tolerabilidad de éstas dos formas de tratamiento tan comunes, ni la descripción de sus atributos según los pacientes.
Para comparar estas dos opciones terapéuticas, hemos estudiado previamente a 293 pacientes con hipertensión ocular o glaucoma primario de ángulo abierto que no respondieron adecuadamente al timolol. A dichos pacientes se les prescribió, aleatoriamente, la combinación fija de dorzolamida/timolol o la administración concomitante de la solución oftálmica de 0,2% brimonidina y timolol. Los grupos de tratamiento fueron similares en cuanto a sexo, edad, enfermedad y PIO. Se analizó la hipótesis de que los dos regímenes de tratamiento tendrían un efecto de disminución de la PIO comparable, luego de tres meses de utilización. La información de los pacientes acerca de la conveniencia y satisfacción fue ampliamente superior para la combinación de dorzolamida/timolol. La incidencia de efectos adversos y de discontinuidad del tratamiento debido a efectos adversos fueron similares entre ambos grupos.
Los grupos de tratamiento fueron equivalentes en todas las características de línea base. En el presente estudio, los efectos de disminución de la PIO en ambos regímenes fueron comparados tanto en hora 0 y hora dos (pico) luego de uno y tres meses de tratamiento. La hipótesis inicial fue que ambos grupos de tratamiento podrían ser comparables en cuanto al efecto de disminución de la PIO a los tres meses, hora 2. Asimismo, una segunda hipótesis a los tres meses, hora 0. El punto de estimación de tres meses, hora 2 (0,97mm Hg) estuvo dentro de los límites de comparatibilidad de + 1,5 mm Hg, aunque el 95% de IC de 0,40; 1,53 excedió este límite, por lo cual no se cumplió la primera hipótesis. Sin embargo sí se cumplió la segunda y también pudieron compararse los efectos de disminución de la PIO al mes de tratamiento.
La tolerabilidad de ambos tratamientos fue evaluada según los informes de efectos adversos presentados durante el estudio. De dichos efectos adversos, aproximadamente la mitad estuvieron asociados a la droga, y la mayoría no condujo a una discontinuidad en el estudio. Tanto la incidencia de efectos adversos, como la de efectos que provocaron la discontinuidad fueron similares en ambos grupos de tratamiento. Los resultados del presente estudio reiteran los de estudios anteriores.
La cantidad de efectos adversos serios declarados durante el transcurso del presente estudio fue similar para ambos grupos de tratamiento y únicamente hubo un caso serio (disnea en una mujer de 79 años en el grupo de dorzolamida/timolol) asociado a la droga.
Aunque la incidencia de efectos adversos fue similar, el espectro de efectos adversos fue menor en el grupo de dorzolamida/timolol. Los efectos que más relevancia estadística tuvieron fueron disgeusia, quemazón ocular, pinchazos e inyección conjuntival.
En cuanto a la opinión de los pacientes sobre conveniencia y satisfacción, éstas fueron evaluadas mediante un cuestionario que el paciente completó al mes y a los tres meses. Con respecto a la conveniencia, la distribución favoreció al tratamiento de dorzolamida/timolol (P=0,056). Para la satisfacción no hubo diferencia entre ambos grupos.
El presente estudio repite en general los resultados de un estudio anterior que compara ambos tratamientos.
Conclusiones:
El presente estudio reitera, en términos generales, los resultados del estudio anterior que compara ambos tratamientos. Las diferencias observadas son muy pequeñas y por lo tanto, poco significativas. A medida que evoluciona el tratamiento contra glaucoma, el camino lógico de la investigación sería realizar comparaciones entre estos tratamientos y las nuevas posibilidades terapéuticas, tales como las prostaglandinas.
Síntesis y traducción: Dr. Martín Mocorrea, editor responsable de Intramed, en la especialidad de oftalmología.