"Aún no sabemos si los microbicidas van a funcionar, para ello necesitamos los resultados de los cuatro ensayos que se están desarrollando en África, ya que son difíciles de realizar en situaciones de seguridad, pero los estudios realizados en monos muestran unos resultados prometedores al proteger el tracto vaginal contra la infección", comentó el Dr. Shattock.
Los microbicidas son agentes tópicos aplicados por vía vaginal o rectal que se aplican para proteger frente a la infección por VIH y otras enfermedades de transmisión sexual. Estos productos parten del conocimiento de los mecanismos moleculares de transmisión del sida, las dianas celulares y de los receptores y la información disponible sobre el ciclo vital del VIH.
Así, a juicio del experto, los microbicidas deben ser eficaces, seguros, contraceptivos o no contraceptivos, baratos para poder ser utilizados en países en vías de desarrollo y presentarse en forma de geles, cremas, láminas o incluso anillos intravaginales utilizados para la terapia hormonal en la mujer, lo que introduciría la posibilidad de no administrarse en cada acto sexual sino semanal o mensualmente.
En los últimos años, subrayó el Dr. Shattock, nos hemos centrado en encontrar una vacuna contra el VIH y se ha dejado de lado algo tan sencillo como los microbicidas. "Otra razón por la que no se habían desarrollado estos productos es porque los grandes laboratorios no estaban interesados en su desarrollo, ya que estando enfocados a los países en vías de desarrollo, no esperaban beneficios. Sin embargo, esta tendencia está cambiando y las empresas están pensando en donar algunos microbicidas, algo que les aporta publicidad social en la prevención del sida", prosiguió.
En el mundo se infectan diariamente 14.000 personas, el 80% por relaciones heterosexuales. La mitad de estas infecciones tienen lugar en las mujeres debido a que hay un mayor contenido de VIH en semen que en secreciones vaginales, mayor facilidad del epitelio vaginal para la entrada del virus y respuesta inmune menos potente y eficaz.
Asimismo, las mujeres no pueden controlar el uso de preservativos en los hombres y el preservativo femenino necesita el consentimiento de la pareja, los microbicidas serían, según el Dr. Shattock, una opción válida para estas mujeres que aún estando concienciadas del peligro de practicar sexo sin protección, no pueden obligar a sus parejas a utilizar el preservativo.
Por esta razón, el congreso se desarrolla este año bajo el lema "Mujer, VIH y Sida" y se orienta hacia la posición de ésta en la adopción de medidas preventivas. "Queremos promover una actitud activa en las mujeres para que tomen la iniciativa en la protección de su salud y la de su pareja y que los hombres se familiaricen con la imagen de una mujer que toma decisiones en el ámbito de la sexualidad", aseveró el Dr. Daniel Zulaica, presidente de SEISIDA.
El virólogo del Instituto de Salud Carlos III, Dr. José Alcami, señaló, por su parte, tres fracasos ante la epidemia del sida: el no poder evitar la extensión, a pesar de que se sabe como se transmite; la existencia de un tratamiento eficaz como son los antirretrovirales, a los que sólo puede acceder un 5% de los infectados, y la incapacidad de encontrar una vacuna. "Los intentos de encontrar una vacuna contra el sida han sido fallidos. No basta con decir que para explicar estos fracasos que el virus cambia mucho, porque tenemos vacunas para virus igual de mutables", especificó el Dr. Alcami. "Estamos ante un virus biológico diferente que se protege de la respuesta inmunológica y ataca la sistema soterradamente, reactivándose con rapidez. Además el virus ha desarrollado una proteína 'diabólica' que es el mayor obstáculo para conseguir unos anticuerpos eficaces", añadió.
De este modo, se ha experimentado con virus atenuados, que replican a bajo nivel pero fueron desechados por su baja seguridad; virus inactivados, que no indujeron una respuesta inmune potente y vectores virales, que utilizan otros virus para conseguir una respuesta potente y cuya primera generación, con un virus de la familia de la viruela fue eficaz en macacos pero no en personas. "La segunda generación de esta línea se basa en vectores bacterianos y virales que deberían mostrar una persistencia mayor como vacuna e inducen respuesta de inmunidad en las mucosas, a través de donde se produce la infección", destacó el citado especialista.
Los expertos dictaminan que además de ser necesarios la inversión económica en investigación y los esfuerzos de los científicos, esto deberá ser acompañado de un esfuerzo solidario político y social sin precedentes. "No queremos pensar que en caso de descubrir una vacuna suceda como con los antirretrovirales, a los que no acceden la mayoría de los infectados, sería necesaria la creación de una estructura sanitaria en países subdesarrollados", concluyó.
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