Es bien conocido el hecho de que la cefalea es un padecimiento muy extendido en la población y uno de los principales motivos de consulta tanto general como neurológica. Tan alta incidencia tiene importantes repercusiones económicas, dado que provoca ausentismo laboral, pero también altera la esfera doméstica y su dinámica familiar a causa de los trastornos psicológicos que sufren los pacientes con cefalea. (13)
Algunas veces el estudio de la cefalea puede ser sencillo, no obstante, si se revisa la clasificación de la cefalea y los criterios diagnósticos para cada entidad propuestos por la Sociedad Internacional de Cefalea en 1998, es claro que resulta bastante complejo. Incluso en dicho documento, que pretende ser lo más exhaustivo posible, se incluye al final el rubro de “cefalea no clasificable”. Por supuesto, un paso fundamental en el abordaje inicial de un caso de cefalea, especialmente si es aguda, es la detección de la causa orgánica que requiera de tratamiento inmediato; una vez descartada esta posibilidad, se dispone de un poco más de tiempo para realizar un análisis más detallado. No debe olvidarse que la correcta identificación de cada entidad determinará el éxito o fracaso de cualquier tratamiento. El presente trabajo se enfoca a una de las cefaleas de presentación más frecuente, la de tipo tensional.
Epidemiología
La prevalecía de la cefalea es muy alta, se sabe que sólo del dos al cinco por ciento de las personas no ha sufrido cefalea en su vida (Espir, Thomason). Otros estudios reportan que su frecuencia es de 1.3 a 65 por ciento en varones, y de 2.7 a 86 por ciento en mujeres, y que, al parecer, su incidencia aumenta en relación con el nivel de escolaridad en ambos sexos (Matuja WBP).
Como motivo de consulta, la cefalea tiene una incidencia de 16 a 30 por ciento (Sánchez-Migallón); algunos autores han encontrado un mayor porcentaje de cefalea tensional, (1, 2,10) aunque otros consideran que la migraña es más común. Desafortunadamente en nuestro país no se cuenta con estadísticas precisas acerca de la frecuencia de este problema.
Fisiopatología
No se han identificado plenamente las causas de la génesis y el mantenimiento de la cefalea tensional; sin embargo, se acepta que su origen es multifactorial. Anteriormente se postulaba como principal mecanismo la contractura de los músculos peri craneales. Se ha encontrado que existen anormalidades posturales en pacientes con cefalea tensional (comparados con los controles sanos), así como una mayor tendencia a presentar puntos gatillo en músculos del cuello; (3) en los pacientes ancianos la contractura muscular comúnmente se debe a osteoartritis cervical. (4)
En investigaciones retrospectivas se ha observado que en las mujeres la cefalea tiende a mejorar dependiendo del aumento de los niveles de estrógenos, y a empeorar con la disminución de éstos. Un estudio prospectivo se enfocó al comportamiento de las cefaleas crónicas durante el embarazo, y se encontró la asociación ya descrita, principalmente para migraña y cefalea tensional combinada con migraña. (6) Otros factores que contirbuyen en forma decisiva son el estrés, fatiga, hábitos de sueño y alimentación inadecuados, las infecciones agregadas e incluso las condiciones climáticas. (7)
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*Jefa del CNCTD, Hospital General de México.
**Médica Anestesióloga Algóloga Residente del CNCTD.