Virus de reciente aparición

Metapneumovirus: infecciones respiratorias en lactantes hospitalizados

Este es un estudio prospectivo para conocer su incidencia, sus características clínicas y la posible presencia de coinfecciones.

Autor/a: Dres. MªL García García, C Calvo Reya , F Martín del Vallea

Fuente: An Pediatr (Barc) 2004; 61: 213 – 218

El metapneumovirus humano es un virus ARN de reciente descripción, que pertenece a la familia Paramyxoviridae , subfamilia Pneumovirinae (al igual que el virus respiratorio sincitial [VRS]), género Metapneumovirus . Fue descrito por primera vez en Holanda por Van der Hoogen, en niños con infección respiratoria, si bien se considera que este virus circula en el hombre desde hace más de 40 años. Se supone que la dificultad para aislar este tipo de virus en cultivos celulares ha retrasado su identificación como patógeno frecuente de las infecciones respiratorias infantiles. Ha sido desde la introducción de la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) como método habitual para el diagnóstico de estas infecciones en el aspirado nasofaríngeo, cuando se han empezado a detectar infecciones por el metapneumovirus humano, tanto en adultos como en niños de todo el mundo.

El metapneumovirus humano presenta características muy similares al VRS, comparte no sólo similitudes morfológicas, sino también parecida capacidad infectiva y un espectro de patología superponible. Las infecciones ocurren en los meses de invierno con un patrón similar a la infección por VRS, pero hay todavía pocos trabajos prospectivos que estudien su comportamiento a lo largo de todo el año. Se le atribuyen infecciones respiratorias de vías altas y bajas, desde cuadros catarrales a neumonías, suponiendo la bronquiolitis la principal manifestación clínica de la infección primaria. También parece tener un papel importante en los episodios recurrentes de sibilancias en los primeros años de la vida

Con el objetivos de conocer la incidencia de infecciones por metapneumovirus en lactantes hospitalizados, como también sus características clínicas y la posible presencia de coinfecciones con otros agentes virales García García et al. realizaron un estudio prospectivo durante los meses de septiembre a junio de 2003 de todos los niños menores de 2 años ingresados en la Unidad de Lactantes del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), por infección respiratoria. Ellos realizaron la detección de agentes virales mediante aspirado nasofaríngeo e inmunofluorescencia directa y/o reacción en cadena de la polimerasa-transcripción inversa (RT-PCR).

En dicho estudio ingresaron 200 lactantes con patología respiratoria durante, de los cuales en 18(9 % de los pacientes)  se detectó infección por metapneumovirus humano. El metapneumovirus humano supuso un 13,8 % de los aislamientos virales positivos. El 100 % de estos niños ingresaron en marzo-abril. La edad media fue de 6,7 6 6,1 meses. El 38,8 % desarrolló una bronquiolitis y en el 55,5 % se objetivó un episodio recurrente de sibilancias. El 55,5 % de los niños precisó oxigenoterapia durante el ingreso. Se encontraron coinfecciones con otros agentes virales en el 33,3 % de estos pacientes.

Discusión

Este trabajo describe la serie más amplia de infecciones por metapneumovirus publicada hasta ahora en España y pone de manifiesto la importancia del metapneumovirus humano en las infecciones respiratorias de los lactantes.

En este estudio prospectivo a lo largo de toda una temporada epidemiológica, las infecciones por metapneumovirus humano han supuesto el 9 % de todas las infecciones respiratorias que han precisado ingreso, sólo superadas por VRS y adenovirus y constituyen el 13,8 % del total de aislamientos virales. El diagnóstico virológico se llevó a cabo mediante la amplificación de fragmentos correspondientes a dos genes virales, utilizando dos tipos de ensayos diferentes basados en RT-PCR. Se seleccionaron dos genes correspondientes a dos proteínas que necesitan un alto grado de conservación para que su función en el virus no se vea alterada. El primero corresponde a una proteína estructural (proteína M) que debe interconectar con otros componentes del virión para mantener la envuelta viral, y el segundo a una proteína enzimática (polimerasa viral o proteína L), cuya función resulta totalmente imprescindible para la multiplicación del virus.

La elección de estas proteínas, cuyas secuencias admiten pocas mutaciones, permite esperar poder identificar cualquier virus hMNV, por lo que la sensibilidad debe ser elevada. Por otra parte, el hecho de llevar a cabo los dos ensayos en genes diferentes, asegura también la especificidad de la identificación del virus. La minuciosidad de la técnica virológica empleada en nuestra serie, contribuye sin duda al alto porcentaje de virus aislados en nuestros pacientes.

Clínicamente las infecciones se caracterizan por metapneumovirus humano ocasionan fundamentalmente bronquiolitis (38,8 %) y episodios recurrentes de sibilancias (55,5 %), con una sintomatología que parece indistinguible a la del VRS. Aunque en algunos trabajos el porcentaje de bronquiolitis parece mayor, llegando hasta un 62 %, el escaso número de pacientes seleccionados en la mayoría de ellos, no permite extraer conclusiones ciertas al respecto. Respecto a aspectos más concretos como la fiebre, también los datos son variados y oscilan entre un 100 % de los niños para Peris et al, hasta ser infrecuente en adultos.

Tampoco son comparables los datos de hipoxia, por las mismas razones. En esta serie la hipoxia se presentó en el 55 %, mientras que otros autores la encuentran en el 31 % de sus casos, pero se incluyen niños mayores. Aunque muchos trabajos notifican la presencia de neumonías entre los pacientes afectados de infecciones por metapneumovirus humano o de infiltrados radiológicos acompañando a cuadros de broncospasmo, es imposible obtener datos fiables de frecuencia de éstos. Según los datos de este estudio la infección por metapneumovirus es relativamente grave en lactantes, como pone de manifiesto el elevado porcentaje de hipoxia, e incluso la necesidad de ingreso en cuidados intensivos en una paciente. Estos datos contrastan con los publicados por Vicente et al en Guipúzcoa, que considera que es una infección poco frecuente y de menor gravedad que la producida por el VRS.

Sobre 617 lactantes con infecciones respiratorias virales los mismos autores de este trabajo encontraron previamente que el 63 % presentaron bronquiolitis y el 24,6 % episodios recurrentes de sibilancias, pero estos porcentajes cambiaron al 79,8 % de bronquiolitis y 16 % episodios de sibilancias recurrentes si el agente implicado era el VRS. Los niños con infección por VRS tuvieron una edad media de 7,1 ? 5,3 meses, muy parecida a los pacientes con infección por metapneumovirus humano, una frecuencia de infiltrados radiológicos de un 37 % y una duración del ingreso de 6,6 ? 3,5 días, ambos superiores a los presentados por los niños infectados por metapneumovirus humano.

Las infecciones por metapneumovirus humano, afectan claramente a niños pequeños, en los que la infección reviste mayor gravedad, si bien se detecta también en adultos, donde a menudo es leve o asintomática. Estudios de seroprevalencia han demostrado que a los 5 años el 100 % de los niños han pasado una infección por metapneumovirus humano. Muchos autores piensan que la infección es especialmente frecuente en pacientes inmunodeprimidos y en prematuros. En esta serie García García et al. encontraron que el 15,7 % de los pacientes tenían estos factores de riesgo: dos recién nacidos pretérmino y una niña síndrome de Down, que precisó ventilación mecánica.

Los autores también encontraron un elevado porcentaje de coinfecciones virales (33,3 %). Aunque ya se ha referido en la literatura médica la presencia de coinfecciones del metapneumovirus humano con otros virus, la frecuencia de las mismas es muy variable, desde anecdótica hasta un 12,5 % para Chan, y un 23,7 % para los canadienses. Dos circunstancias hacen que se infraestime la existencia de las coinfecciones en otros trabajos; en primer lugar, la toma de muestras puede no corresponder con la máxima incidencia estacional de metapneumovirus humano y, por otro lado, destacan los autores como  más importante, en muchos trabajos sólo se realiza la detección de metapneumovirus humano en las muestras de aspirado nasofaríngeo negativas para otros virus. Los agentes coinfectantes son muy variados, siendo los más referidos influenza y adenovirus, seguidos con menor frecuencia de VRS, parainfluenza y citomegalovirus. Lo que sí parece claro es la gran tendencia del metapneumovirus humano a coinfectar con otros agentes. Se desconoce hasta el momento si la infección doble con otros virus puede contribuir a aumentar la gravedad del cuadro clínico.

Se concluye que el metapneumovirus humano es un agente viral muy frecuente en los lactantes afectados de enfermedad respiratoria, causando fundamentalmente bronquiolitis y episodios recurrentes de sibilancias. Es más frecuente en primavera y tiene una alta tendencia a la coinfección con otros virus.

Artículo comentado por el Dr. Edgardo Checcacci, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Pediatría.