Los investigadores experimentaron con ratones que desarrollan dos tipos de degeneración retiniana completa a los 16 días de su nacimiento. Una inyección ocular de células madre (procedentes de la propia medula de los animales), antes de que ocurrieses tal degeneración, mantuvo la apariencia normal de los vasos sanguíneos en ambos tipos de ratones. Asimismo, se preservaron los conos.
Los investigadores fueron capaces de detectar señales eléctricas en la retina de los animales tratados, pero no en la de los no tratados. Esto significa, según los autores, que, aunque estos signos de la función eléctrica en la retina sean mínimos, son suficientes para sustentar la visión.
Webs Relacionadas
Scripps Research Institute
http://www.scripps.edu/e_index.html/
Journal of Clinical Investigation
http://www.jci.org/