Los investigadores de la Johns Hopkins Medical School de Baltimore (Estados Unidos) señalan que existía temor a que los campos electromagnéticos de la RMN pudieran calentar en exceso los componentes metálicos, desplazarlos de su lugar de implantación, causar daño a los tejidos, provocar un mal funcionamiento o, incluso, la muerte.
Los resultados han mostrado que no estas situaciones no tienen lugar con los dispositivos modernos. Todos ellos, especialmente los elaborados con titanio, no se ven afectados por la RMN. Además, el cuerpo responde a la implantación de estos aparatos con el desarrollo de un grueso tejido de cicatrización que actúa como protección.
Sólo en Estados Unidos, más de dos millones de personas viven con este tipo de dispositivos. Pero los resultados de esta investigación pueden tener un especial interés en los pacientes con displasia arritmogénica ventricular derecha, que, aunque pueden beneficiarse de las pruebas de RMN, normalmente están contraindicadas porque estos pacientes llevan implantado un dispositivo eléctrico.
Webs Relacionadas
Johns Hopkins Medical School
http://www.hopkinsmedicine.org/
Circulation
http://circ.ahajournals.org/