Algunos estudios muestran un aumento de la prevalencia de Trastornos Alimentarios (TA) en atletas, especialmente en los deportes que enfatizan la delgadez o un peso corporal bajo. Los Atletas (A) son una población especial y el impacto de algunos factores como el entrenamiento, los patrones alimentarios, dietas extremas, restricciones de la ingesta y perfil psicológico deben ser considerados con cuidado.
La Anorexia Atlética (AA) permite la identificación de A con síntomas de TA que no cumplen todos los criterios de Anorexia Nerviosa (AN) o Bulimia Nerviosa (BN). El deportista con AA tienen mucho miedo de ganar peso o engordar a pesar de estar con bajo peso (por lo menos 5% por debajo del peso/talla esperable para la población general). Este bajo peso lo consiguen restringiendo el aporte y/o entrenando más de lo necesario. Es frecuente que el deportista con AA tenga atracones, vómitos provocados o use diuréticos y laxantes.
Los A con Trastornos Alimentarios No especificados (TANE) o AA subclínicos pueden tener tendencias obsesivo-compulsivas y perfeccionismo, aunque estas características de personalidad son esenciales para competir exitosamente.
Objetivo:
Examinar la prevalencia de AN, BN, AA y TANE en atletas noruegos de elite, de ambos sexos comparándola con la población general.
Métodos:
Estudio de 2 etapas que incluyó a todos los atletas de elite (AE), de 15 a 39 años, de ambos sexos (n= 1620) y 1696 controles. En la primera etapa se tomaron cuestionarios y escalas para detectar los individuos en riesgo. En la segunda etapa se realizó una entrevista clínica estandarizada a los que estaban en riesgo y a una muestra control, para determinar cuántos cumplían los criterios de TA, qué tipo de TA tenían y si era clínico o subclínico.
Resultados:
El 13,5% de los atletas versus el 4,6% de los controles tenían un TA clínico o subclínico. La prevalencia de TA en varones fue mayor en los deportes antigravitatorios (22%) que en los de pelota (5%) y los de resistencia (9%). En las mujeres la prevalencia de TA fue 42% para las de deportes estéticos, 24% para las de resistencia, 17% para los técnicos y 16% para los de pelota.
Discusión:
Los TA fueron más prevalentes en A, especialmente en mujeres y en deportes que valoran mucho la delgadez y el peso. Algunos A deben recurrir a métodos extremos para mantener un bajo peso. Los varones gimnastas reportaron más atracones que los demás. Un alto porcentaje comienzan a usar métodos de descenso de peso a edades tempranas. La restricción severa de energía y agua, combinada con el ejercicio vigoroso, conduce a una forma alterada de comer, depresión y TA.
Los juegos de pelota, como handball, fútbol y volley no son considerados como factores de riesgo pata TA., aunque la prevalencia de TA en este grupo está aumentando.
Muchos A tuvieron una conducta alimentaria alterada. Es muy beneficioso que el médico trabaje en la normalizaciónde la conducta alimentaria y en la prevención de TA, ayude en ocasiones al A a redefinir objetivos relacionados con el deporte, trabajo, escuela y vida personal. Muchos A responden muy bien a la educación nutricional y pueden tener excelente rendimiento y muy buena salud, especialmente cuando la intervención es precoz, el A no está desnutrido y no utiliza purgas.
Conclusión:
La prevalencia de TA es mayor en atletas que en controles, mayor en mujeres y más frecuente en los deportes que dependen de la delgadez y el peso. Vale la pena el esfuerzo conjunto de entrenadores, padres, médicos y A para reconocer, prevenir y tratar los TA. El asesoramiento médico desde el inicio y la educación del A previenen complicaciones de salud.
Artículo comentado por la Dra. Débora Setton, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Nutrición.