Existen evidencias de que fármacos antihipertensivos puede reducir a la mitad los riesgo de una hipertensión grave en embarazadas. Pero no hay pruebas que disminuyan la mortalidad perinatal o el desarrollo de preeclampsia. Dichos fármacos no se asocian con la mejoría del crecimiento fetal, como explican especialistas de la Lund University (Suecia), en la revista "Curret Opinion in Obstetrics and Gynecology".
Ensayos clínicos han indicado que no hay datos concluyentes sobre el tratamiento antihipertensivo, en referencia a los índices de hospitalización prenatal, proteinuria en el parto y síndrome de distrés respiratorio neonatal.
Durante muchos años, la hidralazina ha sido considerado el fármaco de primera elección para tratar la hipertensión grave en embarazadas. Pero recientes estudios indican que nifedipina podría ser una alternativa mejor. Los inhibidores de la ECA y los receptores de los antagonistas de la angiotensina II deben ser evitados debido a su fetoxicidad. En cuanto al tratamiento con atenolol, durante el primer trimestre de embarazo se relaciona con el bajo peso al nacer del neonato.
Los autores consideran que son urgentes la realización de amplios estudios aleatorios y controlados para determinar si la terapia antihipertensiva durante el embarazo tiene mayores beneficios que riesgo para la madre y el feto.
Webs Relacionadas
Lund University
http://www.lu.se/lu/engindex.html/
Curret Opinion in Obstetrics and Gynecology
http://www.co-obgyn.com/