Patrones alimentarios

Actualidad en obesidad infantil

La prevención y el tratamiento de la obesidad infantil es un gran desafío médico y social, y los pediatras somos los responsables de asesorar a las familias para promover una alimentación más equilibrada.

Autor/a: Dra. Débora Setton

El cambio en los patrones de alimentación durante los últimos años ha generado un estallido mundial de la prevalencia de la Obesidad Infantil (OI). En Argentina hay cada vez más niños obesos y con las alteraciones metabólicas del Síndrome X (insulinorresistencia, dislipidemia, hipertensión arterial). Se estima que en Buenos Aires, 3 de cada 10 niños tienen sobrepeso u obesidad.

La probabilidad de la OI de persistir en la adultez es del 20% a los 4 años de edad, y 80% en la adolescencia. Los médicos que atendemos "niños sanos", debemos estar atentos a la evolución del peso y la talla y detectar cuándo hubo un aumento de peso mayor que el esperado, para intervenir en forma precoz.

Como sociedad, los mayores desafíos en el tema de OI que se nos presentan son: la gran disponibilidad de alimentos con alta densidad energética y el sedentarismo.
Muchos hábitos alimentarios pueden depender de las familias: el desayuno, la variedad de comidas en la casa, el consumo de vegetales, el adecuado uso de las grasas.
Pero, ¿qué pasa con el kiosco escolar?, ¿qué alimentos "están a mano" cuando son los chicos los que eligen qué comer y qué tomar? El consumo de gaseosas y jugos artificiales está asociado a obesidad.

La Academia Americana de Pediatría recomienda promover el consumo de agua, jugos naturales y lácteos debido a que las bebidas azucaradas favorecen el aumento de peso, desplazan el consumo de lácteos y se asocian con más caries. Los alimentos que se venden en las escuelas, suelen ser ricos en calorías, hidratos de carbono rápidos y grasas trans. Los pediatras deberíamos trabajar para alertar a las autoridades políticas y escolares y favorecer la introducción de alimentos más saludables en los recreos: frutas, jugos de frutas, lácteos, panificados de mejor composición nutricional.
Los niños y adolescentes con OI pueden tener formas compulsivas de comer, que deben investigarse.

Es conocido el problema de las "calorías vacías" y su impacto sobre la malnutrición. El problema ahora toma otra perspectiva: el consumo de estos alimentos no aporta nutrientes de alto valor biológico, pero además predispone a cambios metabólicos que enferman. El grupo de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), que son la primera causa de muerte, según la OMS, en los países desarrollados y en transición se va ampliando. Actualmente se incluyen la obesidad, diabetes, enfermedad cardiovascular, dislipemias, cáncer, osteoporosis y Alzheimer. Se las relaciona con la dieta y el tipo de alimentación como uno de los factores que las producen.

La actividad física es uno de los pilares principales de la prevención y tratamiento de la OI. La educación deportiva desde la infancia podría bajar el impacto de la obesidad sobre la salud y sería una herramienta muy útil en la prevención de las ECNT. En la población pediátrica una gran parte del gasto calórico está representada por la actividad física espontánea: correr, saltar, jugar, trepar, bailar, etc.
La crisis social y la inseguridad cierran espacios donde esto sería posible: las veredas, plazas, el barrio. La falta de espacios seguros para la recreación y el deporte favorece el juego en lugares cerrados. El uso creciente de la computadora como herramienta de aprendizaje, trabajo y recreación aumenta el tiempo de actividad sedentaria.  Las horas de TV, suman horas de sedentarismo, que sólo podrían contrarrestarse con más movimiento corporal en otro momento del día.
Podríamos empezar a pensar la incorporación de más tiempo de actividad física en la escuela  y la promoción de juegos que favorezcan el movimiento en lugares seguros.

Los cambios en el estilo de vida se reflejan también en la composición corporal. Trabajos recientes muestran que en los últimos años, aumentó el perímetro de la cintura en niños y adolescentes, indicador de distribución de grasa central. Esto explica en parte, porqué ahora vemos más complicaciones metabólicas en los pacientes con sobrepeso. Aún no se han establecido los valores normales del perímetro de cintura en niños, herramienta que podría ser muy útil para pesquizar pacientes que tengan mayor riesgo metabólico.

El conocimiento creciente acerca de los mecanismos inflamatorios como parte de la patogénesis de las ECNT, sugiere que una dieta saludable podría regular el peso y prevenir estas enfermedades.

La OI aumenta el riesgo de las ECNT, muchas se manifestarán en la adultez, otras complicaciones se ven en la infancia y la adolescencia. Las principales son:

Crecimiento y Desarrollo puberal acelerado
Hipertensión
Depresión, disminución de la autoestima, stress psicológico y estigmatización social.
Trastornos Osteoarticulares
Síndrome metabólico
Dislipidemias
Apneas del sueño y S. de Pickwick
Esteatohepatitis no alcohólica
Existen resultados contradictorios acerca de la asociación con asma

La prevención y el tratamiento de la OI es un gran desafío médico y social. Los pediatras somos los responsables de asesorar a las familias para promover una alimentación más equilibrada, sin deteriorar el crecimiento, ni favorecer posiciones extremas que faciliten el desarrollo de una conducta alimentaria patológica. Desde el punto de vista de la alimentación, lo ideal es favorecer una dieta variada y promover el consumo de más vegetales, en el contexto de una dieta balanceada Destacar la importancia de la actividad física como factor protector, es otro pilar del tratamiento y la prevención.

El tratamiento de la OI debe ser reconocido y tratado como cualquier otro problema de salud que puede condicionar la salud en la infancia, adolescencia y adultez.
Las estrategias incluyen al paciente, su familia, la escuela  y la sociedad en la que vive. Este es un problema para solucionar entre todos

Dra. Débora Setton
Médica Pediatra, Especialista en Nutrición Pediátrica
Jefe de Nutrición Infantil del Departamento de Pediatría del Hospital Italiano
Buenos Aires, Argentina