En varios estudios epidemiológicos los patrones habituales de sueño han estado asociados con el riesgo de mortalidad(1-4). De acuerdo a la evaluación de Qureshi y colaboradores, que analizaron los datos obtenidos en el NHANES I (First National Health and Nutrition Examination Survey Epidemiologic Follow-up Study), encontrando que dormir más de 8hs por noche así como somnolencia durante el día son factores de riesgo para todas las causas de mortalidad(5). Newman y colaboradores reportó que la somnolencia durante el día predecía predijo la mortalidad a 6 años en un grupo de ancianos.(6). En una evaluación reciente Kripke y colaboradores encontraron en una estudio evaluativo que abarcó 6 años y a 1.1 millón de sujetos, que los que dormían 7 horas por noche, eran los que tenían el mejor índice de supervivencia.
La duración del sueño es un factor relacionado con el estilo de vida, así como lo es la actividad física, el fumar y los gustos. No obstante, el patrón de sueño, no es actualmente solamente un hábito que uno puede elegir libremente, ya que se encuentra afectado por condiciones físicas(11), mentales(12), o sociales. En consecuencia, si el lugar y el tiempo son diferentes, el impacto del dormir en la salud puede resultar disímil. Este trabajo dirigido por el el Dr. Akiko Tamkoschi(dto de Medicina Preventiva y Bioestadística de la Universidad de Nagoya) y luego de 9.9 años de seguimiento, utilizando los datos obtenidos por el Estudio de Colaboración Japonés para Evaluar los Riesgos de Cáncer patrocinado por el Ministro de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología del Japón( estudio JACC), examinó los efectos de la duración del sueño en todas las causas de mortalidad en el Japón, sin dejar de lado las variables que pueden influenciar la mortandad. Por lo cual, tomando como base 104.010(43852 hombres y 60158 mujeres) entre 40 y 79 años, que pertenecían a 45 áreas del Japón, que se encontraban inscriptas en el estudio JACC, que comenzó entre 1988-90. Los involucrados completaron un cuestionario de autoevaluación.
Investigaciones previas han reportado que el acortamiento del dormir es un factor de riesgo débil pero significante para todas las causas de mortalidad.(2,3,7). Lo mismo ocurre con el Insomnio. (15). La presente evaluación confirma una significativa asociación entre escaso dormir y todas las causas de mortalidad. Spiegel y su grupo de colaboradores(16), encontró que el débito de sueño puede incrementar la severidad de todos los trastornos crónicos relacionados con la edad, como la hipertensión y la diabetes. Por consiguiente, las pocas horas de sueño pueden resultar fatales. Sin embargo, entre los hombres, el riesgo relativo tiende a ser menor, cuando los datos se ajustan de acuerdo a los factores de confusión. Esto se puede deber a que la corta duración en el dormir, indica descanso insuficiente, pero puede resultar también de una salud mental debilitada, de una pobre calidad de vida, de agravación de las condiciones físicas o de enfermedad, o de una combinación de factores.
En esta evaluación, el sueño prolongado fue localizado con precisión como un factor de riesgo para todas las causas de mortalidad, hallazgo consistente con estudios previos(1,4,7,17). El mecanismo que ocasiona esta asociación no está claro. Es posible que la agravación de las condiciones físicas pueda funcionar como covariante, tanto en la mortalidad como en el sueño prolongado. Cuando empeoran las condiciones físicas, se produce tanto una prolongación del sueño como un incremento de la mortalidad, con lo cual puede resultar dificultoso considerar su mayor extensión, como una relación causa-efecto con todas las formas de mortalidad. A pesar de lo cual, esta situación merece futuros escrutinios y el desarrollo de nuevas estrategias que permitan integrar la prolongación del dormir desde la perspectiva de la Salud Pública.
En este estudio tanto el déficit como la prolongación en la duración del dormir se asoció con todas las causas de mortalidad. La duración del sueño puede encontrase influenciada por condiciones físicas y psicológicas desconocidas, en cuyo caso los hallazgos del presente estudio no indicarán que el cambio a 7 horas, pueda llegar a reducir el riesgo en todas las causas de mortalidad. A pesar de lo cual, aun sino existiera una relación causa-efecto biológica, pude resultar importante considerar a los que duermen pocas horas y especialmente a los que lo hacen en forma prolongada, como una población de alto riesgo términos de mejorar la Salud Pública.
Artículo comentado y traducido por el Dr. Norberto Kriguer - Presidente de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño - http://www.aamsue.com.ar/
E-mail: nkriguer@intramed.net.ar
Estudio epidemiológico
El sueño como predictor de todas las causas de mortalidad
En esta evaluación, el sueño prolongado fue localizado con precisión como un factor de riesgo para todas las causas de mortalidad, hallazgo consistente con estudios previos.
Autor/a: Dres. Tamakoshi A, Ohno Y; JACC Study Group
Fuente: Sleep. 2004 Feb 1;27(1):51-4.
Indice
1. Desarrollo
2. Bibliografía