Una mayor ingesta de ácido linolénico (AL) disminuye el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular (EC).
Estudios epidemiológicos muestran que niveles plasmáticos altos de triglicéridos (TG) con HDL-C bajo son predictores de EC. El consumo de grasas de pescado por su contenido de ácidos eicosapentanoico, docosahexanoico y a-linolénico (ALA), precursor de ácidos de grasos O 3 de cadena larga, baja los TG. En algunas investigaciones el alto consumo de ALA se asocia a baja incidencia y mortalidad de EC con disminución de TG.
Objetivo:
Examinar la asociación entre el AL dietario total (suma de las fracciones alfa y gamma) y los triglicéridos (TG) plasmáticos en hombres y mujeres
Métodos:
Se estudiaron 4440 personas, de ambos sexos de 25 a 93 años que participaron en el Estudio Familiar del Instituto Nacional del Corazón, Sangre y Pulmones. Es un estudio multicéntrico, diseñado para identificar y evaluar los determinantes genéticos y no genéticos, la ateroesclerosis preclínica y los factores de riesgo de las EC. Las familias eran clasificadas de acuerdo al riesgo de EC.
Para este trabajo se tomaron personas del grupo de alto riesgo y del grupo control. Se analizó la ingesta con cuestionarios de frecuencia semicuantitativos y el análisis del contenido de AL se calculó por las tablas de composición de alimentos de la Universidad de Harvard.
Se midieron en sangre: TG, Colesterol total y HDL-C. El LDL-C fue calculado por fórmula en los pacientes con TG < 400 mg% y dosado en sangre en el resto.
Otras variables estudiadas fueron: tabaco, alcohol, nivel educativo, actividad física, presencia de diabetes y EC.
Resultados:
La edad promedio fue 51,5 ± 14 años en los hombres y 52,2 ± 13,7 años en mujeres. Se clasificó la ingesta de AL en quintiles.
La ingesta media de ácido linolénico fue 0,81g/día en hombres y 0,69 g/día en mujeres, con un rango de 0,13-3,48 g diarios. Una mayor ingesta de AL se asoció con: a)menos edad, b) mayor Índice de Masa Corporal y mayor relación cintura/cadera c) mayor ingesta calórica, de grasas totales, de ácidos eicosapentanoico, docosahexanoico, hidratos de carbono, frutas, verduras, pescado y aderezos para ensaladas que contienen grasas.
La ingesta total de AL fue inversa a los TG plasmáticos. De acuerdo a los quintiles de ingesta de AL, en orden decreciente, ajustando los otros factores, los TG fueron: 155 mg%, 154 mg%, 150 mg%, 147 mg% y 137 mg%.
El AL dietario no se asoció con los niveles de LDL-C, HDL-C y Colesterol total.
Discusión:
Los TG plasmáticos son un factor determinante de la ateroesclerosis y EC. En este trabajo se observó que el AL de la dieta se asoció con niveles de TG más bajos, independientemente del consumo de pescado. Los quintiles de consumo más alto de AL tuvieron TG más bajos: 26% en hombres y 14% en mujeres, que los de quintil más bajo.
A pesar de que las grasas de pescado reducen los TG, los datos acerca del AL son contradictorios en la distintas publicaciones. Los trabajos no son comparables porque difieren mucho en las dosis de AL consideradas, en el tiempo de consumo y en el tipo de población estudiada
Los mecanismos fisiológicos por los cuales los ácidos grasos O3 reducen los TG podrían explicarse por una disminución de la producción de lipoproteínas ricas en TG, aumento de la eliminación de estas lipoproteínas o por ambos mecanismos. Los ácidos grasos del aceite de pescado aumentan la actividad de la lipo-protein-lipasa.
Conclusiones:
El mayor consumo de AL a través de la dieta se asocia con TG plasmáticos más bajos. Esto podría significar una herramienta más para mejorar el perfil lipídico y bajar el riesgo de EC, a través de la alimentación.
Artículo comentado por la Dra Débora Setton, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Nutrición.