El 24 de marzo celebramos el Día Mundial de la Tuberculosis, establecido en homenaje a un hecho histórico fundamental en el desarrollo de la ciencia moderna: hace 122 años, en el auditorio de la Sociedad de Fisiología de Berlín, Roberto Koch exponía sus hallazgos en la más famosa de sus publicaciones "La etiología de la tuberculosis". A través del cumplimiento de sus postulados demuestra el protagonismo del luego denominado Mycobacterium tuberculosis como agente causal de la "peste blanca". Clara está la seminal importancia de su descubrimiento, pero subyacente al mismo Koch sentó las bases de la investigación microbiológica moderna a través del método científico: el aislamiento del presunto agente responsable a partir del enfermo y la reproducción de la enfermedad al introducirlo en el huésped sano, recuperando nuevamente el mismo agente de las lesiones producidas. En medio de los aplausos rotundos del público, se oyó el portazo de Virchow al retirarse del recinto, derrotado frente a la evidencia apabullante presentada por Koch.
La vida de Koch es un ejemplo ilustre para todos los que devenimos de una u otra manera por el mundo de las ciencias biológicas, por lo que la reseñaremos brevemente:
Nacido en Klausthal (Hannover) un 11 de diciembre de 1843, fue el tercer hijo entre trece hermanos. Su padre era empleado administrativo de una compañía minera de la región, y con su magro salario mantenía con dificultad a su familia. Prueba de sus dificultades económicas fue la migración de ocho de sus hermanos a Estados Unidos en busca de mejores horizontes.
Koch fue un inquieto escolar. Al terminar la enseñanza elemental, sus padres lo inscriben en el Gymnasium de Klausthal. Sus años juveniles, transcurridos entre los macizos del Hartz lo inclinan a la observación de la naturaleza. Su tío, el Dr. Biewend le enseñó los principios de la fotografía que luego utilizaría para demostrar sus hallazgos bacteriológicos.
Era afecto a la música, el dibujo y un ajedrecista talentoso. Termina sus estudios secundarios en 1862 y se inscribe en la Universidad de Göttingen para estudiar el Profesorado en Ciencias Naturales.
Luego de algunos meses de estudio cambia su vocación hacia la Medicina, inscribiéndose en la facultad correspondiente. Cursa la carrera en seis semestres, graduándose en 1866 con la mención eximia cum laude a la temprana edad de 22 años.
En 1865, aún en el pregrado, es premiado por su trabajo sobre "la existencia de células ganglionares en los nervios del útero". El lema con que inicia su investigación es nunquam otiosus, que se convirtió en una constante en su prolífica vida.
La tesis de doctorado, dirigida por el Profesor Meissner fue sobre la producción de ácido succínico en los tejidos animales. Los primeros seis meses de su vida médica fue oyente de la máxima figura médica de la época, Virchow, en Berlín.
Contrajo matrimonio en 1867 con la hija del Intendente General de Klausthal, de dicha unión nació su único vástago: Gertrudis.
Durante los primeros años de médico, le costó hallar un destino satisfactorio para sus aspiraciones, migrando desde el Hospital General de Hamburgo al Manicomio de Langerhagen, luego a Niemegk y por último a Rakwitz. Se alistó voluntariamente en 1870 en la guerra franco-prusiana , actuando en hospitales de campaña frente a las epidemias que asolaban a los ejércitos combatientes, muchas veces más mortíferas que las propias batallas.
Al terminar la contienda es nombrado en 1872 médico sanitario del distrito de Wollstein, Posnania, lugar donde inicia la dilatada trayectoria de éxitos científicos que fue su vida. Trabaja intensamente como médico asistencial, pero al mismo tiempo monta un laboratorio precario en su casa, transformada en museo de ciencias naturales e incluyendo un cuarto oscuro para fotografía.
Su esposa Gertrudis le regala el primer microscopio, con el que inicia la observación bacteriológica en el carbunco, antropozoonosis que azotaba al ganado de la región. Ya en 1863 Davaine había descubierto la denominada bacteridia carbuncosa, pero Koch demostró su rol etiológico en la enfermedad aplicando lo que luego serían conocidos como sus postulados.
Como no disponía de grandes animales para experimentación, utilizó ratas, a las que inoculó con material carbuncoso, pudiendo reproducir la enfermedad. Observó la bacteridia en el humor acuoso del ojo de buey, efectuó sucesivos cultivos del gérmen los cuales, al ser inoculados al animal de experimentación, reprodujeron la enfermedad. También descubrió la esporulación del Bacillus anthracis, su resistencia al calor y la desecación y la capacidad de originar nuevamente a la bacteridia. Con sus hallazgos aclaró el fenómeno de los denominados "campos malditos", áreas endémicas de carbunco que conservaban su capacidad infectante mediante los esporos.
Koch comunicó el resultado de sus investigaciones en 1876 al botánico Ferdinand Cohn, Director del Instituto de Biología Vegetal de Breslau. Fue invitado a exponer su descubrimiento frente a científicos de la talla de Weigert, Auerbach, Traub y Cohnheim.
En el mismo año aparecen publicados sus estudios en el Cohn's Beiträge zur Biologie der Pflanzen.
El genial alemán continúa trabajando luego en el perfeccionamiento de los métodos de coloración con derivados de anilina, la utilización del aceite de cedro para mejorar el objetivo de inmersión (se usaba agua) y la microfotografía.
En 1878 publica una memoria sobre la etiología de las infecciones traumáticas y quirúrgicas en la que afirma que cada tipo de infección corresponde a un microorganismo específico. Estaba en boga en aquella época la teoría del polimorfismo bacteriano, que consideraba que una misma bacteria podía mutar su morfología y causar múltiples infecciones diferentes. Cohn, Weigert y Koch pusieron punto final a la controversia sobre el denominado polimorfismo bacteriano.
En la medida que Koch emergió en el mundo científico de su época, las autoridades imperiales, reparando en su valía científica, le ofrecieron una vacante como personal superior del Departamento Imperial de Salud. Dentro del mismo se creó en 1880 una sección microbiológica como anexo de los laboratorios de higiene, que fue creciendo progresivamente. Sus primeros asistentes fueron dos futuras celebridades de la bacteriología: Loeffler y Gaffky.
En 1881 describe innovaciones técnicas como el cultivo de gérmenes en medio sólido utilizando la gelatina de agar-agar para caracterizar las colonias bacterianas y obtener cultivos puros. Estos cultivos en medio sólido, popularizados por Koch significaron el pronto descubrimiento de numerosos agentes etiológicos. También estudia métodos más eficaces de esterilización, experimentando con agentes físicos y químicos.
En el Congreso Internacional de Medicina de Londres (1881) Koch expone sobre sus métodos de cultivo, llegando su célebre rival Pasteur a admitir que se trataba de un gran progreso.
La técnica de coloración de contraste que empleó Koch (azul de metileno para los gérmenes, con pardo Bismarck como contraste) fue fundamental para el descubrimiento del y la objetivación microfotográfica del bacilo tuberculoso.
Culminando un semestre de intenso trabajo, Koch presentó el 24 de marzo de 1882 su "Etiología de la tuberculosis" en la Sociedad de Fisiología de Berlín bajo la presidencia del profesor Dubois Reymond. No terminó aquí la zaga de Roberto Koch y sus investigaciones, dado que descubrió en la India el vibrión colérico y estudió posteriormente la tripanosomiasis africana.
Quisiera terminar estas líneas expresando un profundo y sentido homenaje a la prestigiosa figura de la Tisiología, el Dr. Horacio Rodríguez Castells, fallecido el 16 de febrero de 2003 y quien fuera Presidente de la Conferencia Mundial de la Tuberculosis celebrada en Buenos Aires en 1982, año del centenario del descubrimiento del bacilo tuberculoso.