Muchos estudios acerca de alimentos vegetales y sus componentes muestran que benefician a los pacientes con dislipidemias, enfermedad cardiovascular y DBT. El consumo de dietas ricas en hidratos de carbono (HC) complejos y fibras mejora el perfil metabólico de los diabéticos tipo 2, disminuyendo los requerimientos de hipoglucemiantes e insulina. Un estudio que comparaba 2 dietas para bajar de peso en diabéticos, mostró que la dieta vegetariana provocaba mayor descenso de peso, glucemias en ayunas menores y disminución de la microalbuminuria.
Los vegetarianos tienen menos prevalencia de DBT 2, y los individuos sanos que consumen por lo menos 5 raciones de vegetales diarios tienen menos riesgo relativo de DBT, especialmente las mujeres. Si la dieta es variada y saludable (vegetales, pescado, grasas controladas), tiene un efecto protector para DBT2 al compararla con una dieta "chatarra". Los componentes vegetales protectores son: las fibras dietarias, proteínas vegetales, fitoesteroles, aceites vegetales insaturados, HC de absorción lenta (de cereales y legumbres).
Efectos Metabólicos de los componentes vegetales:
El consumo de vegetales es beneficioso porque aportan fibras, desplazan a alimentos con grasas saturadas, mejoran el control glicémico en DBT. Las dietas con muchos vegetales, ingesta alta de calcio, restricción de sodio y pocas grasas tienen el mismo efecto sobre la HTA que el tratamiento con una sola droga.
Los vegetales disminuyen la excreción urinaria de calcio y disminuyen el riesgo de fractura de cadera. También probados efectos beneficiosos sobre los lípidos plasmáticos, y sobre la regulación del peso corporal debido a la saciedad que provocan las fibras.
La FDA aprobó el uso de componentes vegetales para disminuír el colesterol. Son las fibras viscosas, el psyllium, las proteínas de soja y los fitoesteroles. Algunos metanálisis sugieren que la ingesta de 45g de proteínas de soja diarios, producen una reducción del 12,5% del LDL-C, el consumo de 9 a 10 g diarios de psyllium, una reducción del 6 a 7%, y de 1 a 2 g diarios de fitoesteroles una disminución del 10%.
Las frutas secas son excelentes fuentes de grasas poliinsaturadas, monoinsaturadas y de ácidos grasos O3.
7 gramos diarios de almendras bajan el 1% el LDL-C, con un efecto dosis dependiente.
Las fibras, además de mejorar los lípidos, producen una curva de glucemia más aplanada. La adición a largo plazo de fibras viscosas de legumbres (goma guar) disminuye la glucosuria, y resultados similares se obtienen con legumbres. Las fibras de frutas, verduras y cereales mejoran el perfil metabólico en DBT 1 y 2. Las fibras provenientes del salvado no tienen los mismos efectos.
Los granos y legumbres tienen bajo índice glicémico. Los HC de absorción lenta se metabolizan mejor en DBT y en sujetos con intolerancia a la glucosa. Su efecto es comparable al de la acarbosa.
Las proteínas vegetales, en especial las de soja, disminuyen la tensión arterial. El uso de proteínas de soja, en reemplazo de proteínas animales en DBT, baja los lípidos y la homocisteína. Todos estos efectos son protectores de enfermedad cardiovascular.
Las dietas con proteínas vegetales son mejores en la prevención y tratamiento de las enfermedades renales. Las proteínas animales aumentan el filtrado glomerular en orden decreciente: de carne, pollo y pescado. Basandose en estas evidencias se desarrollo la "hipótesis de las proteínas de soja": los diabéticos con nefropatía diabética, que comen proteínas de soja, disminuyen la hiperfiltración y la hipertensión glomerular protegiendolos de la nefropatía diabética.
Los vegetales tienen muchos componentes que benefician la salud, por distintos mecanismos. Hay buenas razones para pensar que todos estos factores combinados en una dieta para diabéticos pueden tener beneficios significativos.
Artículo comentado por la Dra. Debora Setton, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Nutrición.