En USA hay un programa de fortificación de cereales con ácido fólico (F) para erradicar los defectos del tubo neural de causa nutricional. El nivel de F y las variaciones de los genes que codifican las enzimas F-dependientes, intervienen en la génesis de muchos tipos de cáncer, enfermedad vascular, defectos congénitos y complicaciones del embarazo. Un mecanismo implicado es la reparación de las cadenas de ADN rotas, que necesita del F. Esta relación entre el F y los genes se llama "relación nutrigenómica", e influye también en el nivel plasmático de homocisteína y de esta manera en el riesgo cardiovascular.
La fortificación de F puede tener múltiples beneficios sobre un amplio espectro de enfermedades del desarrollo y degenerativas. Desde 1991 se conoce que el aporte de F previene la espina bífida. El F dietario baja la síntesis de homocisteína a través de la síntesis de novo de metionina, lo que afecta no sólo las malformaciones congénitas y la enfermedad cardíaca, sino también algunos cánceres como el colorrectal y la leucemia.
A pesar del gran interés que hay en el F y de sus claros beneficios, hay que tener precaución. La forma química del F en los suplementos y los alimentos fortificados es el pteroylglutamato (PG), una forma no existente en la naturaleza. Es barato y muy estable. En el organismo se metaboliza a metilfolato que es la forma normal en que el F se transporte en el plasma. Esta biotransformación se satura a 400 ug o menos. Si el aporte es mayor circula sin transformarse, lo que aumenta su vida media y el tiempo de exposición con consecuencias desconocidas. Muchos médicos indican suplementos de 5 mg (más de 10 veces la dosis máxima metabolizable) Cada vez más personas en USA tienen valores altos de PG circulantes, y se desconoce si los efectos biológicos a largo plazo.
El metabolismo del F es extremadamente complejo e interviene en muchas vías metabólicas cruciales para la vida. El PG no metabolizado puede afectar a las enzimas F dependientes, ya que se metaboliza por la enzima "dihidrofolato reductasa", por la cual tiene mayor afinidad que el dihidrofolato mismo. Entonces, ¿podría tener efectos antifolato por interacción competitiva? ¿Lo mismo podría suceder con otras enzimas? Todavía hacen falta más investigaciones para contestar estas preguntas.
Muchas personas reciben más de 600ug diarios de F, (la mayoría como PG), y muchos médicos indican 5 mg. Deberíamos conocer las consecuencias a largo plazo o conseguir alguna forma de suplementación un isómero del F nativo, o preservar el F nativo al preparar los alimentos. El F es de gran interés y de gran valor clínico, una verdadera panacea entre los alimentos funcionales. Considerando la importancia de la vitamina B nutrigenómica, se vislumbra una era en que la medicina preventiva pondrá cada vez más énfasis en la dieta. Volviendo a la filosofía de Hipócrates: "Dejad que la comida sea la medicina"
Sumario:
-Las Vitaminas B, especialmente el F, pueden proteger de enfermedades como el cáncer, enfermedades cardíacas y malformaciones congénitas.
-El mecanismo de protección es bajar la homocisteína por vías epigenéticas
-Muchos genes relacionados con enzimas que dependen del F modulan el riesgo de condiciones clínicas severas. Es importante el estado nutricional
-El F sintético usado para fortificación es distinto a la coenzima natural
-Es necesaria mayor investigación para conocer los efectos a largo plazo
Artículo comentado por la Dra. Débora Setton, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Nutrición.