El estudio revela que, para juzgar una distancia, si el objeto está a más de tres metros y no se tiene una referencia del terreno, la precisión se reduce.
Los investigadores revelan cómo el sistema visual humano se las arreglan con las estimaciones a grandes distancias. El proceso comienza cuando el sistema visual escanea el entorno y construye un molde de la superficie del terreno local. Entonces este molde se aplica a distancias mayores, ayudando al cerebro a generar un marco más global de referencia. Con una vista más amplia, las distancias se pueden juzgar con mayor precisión.