Investigaciones anteriores han sugerido un papel de las hormonas sexuales en el desarrollo y la progresión de la enfermedad, pero los estudios centrados en la influencia de los fármacos estrogénicos sobre el desarrollo de la artritis han presentado resultados contrapuestos.
El nuevo estudio muestra que las mujeres que han usado durante mucho tiempo la píldora anticonceptiva presentan un riesgo un 43% menor de desarrollar artritis reumatoide. Por el contrario la terapia hormonal estrogénica no influye en el riesgo de la enfermedad.